Por mi precioso pelo verde

17 5 2
                                    

Tiré de mi capucha todavía más, con la esperanza de que nadie pudiera verme.

-¡Amity!

Luz Noceda saltó sobre mí, haciendo que nos tambaleásemos y cayéramos al suelo.

-¡Ahhh! – comenzó a chillar Luz, pero yo le tapé la boca con la mano -. ¿Qué te ha pasado en la cabeza? – su voz sonaba amortiguada, pero aún se la entendía.

En pánico, me subí la capucha, aunque en realidad me hubiera gustado poner los ojos en blanco.

-Shhhh calla.

-Woww... - apartó mi mano del camino - ¿Eres morena Amity? Creía que tu pelo era verde.

-Eso es porque nunca miraste bien las raíces, idiota. Como sea, cállate. No quiero que nadie me vea así.

Ella me miró con confusión.

-¿Por qué? Te queda bien.

-¡Porque ser morena apesta! – le grité medio susurrando, ignorando que me acababa de decir que me veía bien.

No fue hasta un momento después, cuando Luz se miró su propio cabello, que me arrepentí de haber dicho eso.

-Mira – suspiré -, es solo que a mí no me gusta, ¿vale? – al ver su cara no supe si lo había empeorado o no. Roja, me volví a explicar – Tengo mis motivos – dije cruzando los brazos.

Encogiéndose de hombros y con una sonrisa, se levantó y me tendió una mano. La cogí a regañadientes.

-Está bien, no te gusta ser morena. Pero entones, ¿Por qué eres morena?

-Está claro que no por gusto – me masajeé las sienes para evitar el dolor de cabeza que tenía desde la mañana. Al final decidí que confesar haría las cosas más fáciles – Me he quedado sin tinte.

Luz pestañeó varias veces y luego puso sus labios en forma de "o". Lo interpreté como un "entiendo". Creo que por el bien de las dos omitió decir que se esperaba una forma más mágica que eso.

-Pero, ¿Por qué no vas a por más?

-Porque tendría que saltarme las clases, y tengo un récord impecable – alguien pasó por nuestro lado y me bajé más la capucha.

-Bueno, puedo ir yo a comprártelo – me sonrió con esperanza.

Mis cejas se fruncieron automáticamente.

-No. Posiblemente explotarías el mercado.

-Yo nunca podría... - pareció recordar algo -. ¡Nunca lo haría a propósito! – se defendió.

-Y por eso tengo que pedirte que no se lo digas a nadie – no pude reprimir un escalofrío -. Si alguien me echa una foto así, estoy muerta.

-Entonces será mejor que no estés aquí.

Un chico que caminaba mirando su móvil se dio un golpe contra su taquilla y siguió caminando sin avanzar durante un rato. Las dos hicimos una mueca al mirarlo.

-Todos están metidos en pentagram ahora mismo.

El sonido de una foto sonó y me escondí de forma inconsciente detrás de la humana. Ella puso su mano sobre la mía, que había ido a parar a su hombro, unos segundos más tarde.

-Ya se han ido.

Soltó una risita que no ayudó con mis mejillas rojas, así que apreté más los cordones de mi capucha.

– Está bien, ¿qué tal esto? No se interrumpe tu récord si estás enferma, ¿verdad?

-Es cierto, pero no lo estoy. No sé a dónde quieres llegar.

Lumity(The owl house; oneshot's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora