Ah sh*t, here we go again [AMOLAD] [Reto "What if"]

Ah shit, here we go again - Parte 1

Disclaimer: Este fanfic participa en el concurso "What if" de la pagina "A fanficker of life and death".

Espero que os guste.

★★★★Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ★★★★

-Psss... Muerte

-...

-¡PSSSSS! ¡Muerte!

-Amor por favor. Ahora no. Estamos en mitad de un acto importante ¿Recuerdas? -Replicó el aludido más tieso que un palo sin dejar de mirar al frente casi sin pestañear.

-Bueno. Es que en este momento me preocupas más tú que Guerra. ¿Seguro qué estás bien?

Tras la pregunta el dios oscuro no miró a la pequeña chica que se encontraba parada a su lado, sino que sus iris color ámbar rodaron de forma inconsciente hacia el lugar en donde Médico y Sabiduría finalizaban las últimas preparaciones para la inminente liberación de aquel que había estado sellado durante setecientos largos años.

-Claro que estoy bien. ¿Por qué no habría de estarlo? -Y la mirada de Muerte volvió al frente. Vacía. Inexpresiva. Pese a que por otro lado, un suspiro cargado de profunda resignación escapó de sus labios en ese punto.

-Pues por la forma en la que ayer por la tarde llegaste a mi casa. Descompuesto, llorando...

-No dramatices Amor. -interrumpió Muerte con un siseo irritado. Volviendo a mirar en derredor para confirmar que su conversación no era escuchada por oídos indiscretos. -Ayer no lloré en ningún momento.

-...jurando por Ithis que harías cualquier cosa con tal de no tener que estar aquí hoy. En esta ceremonia. -prosiguió su amiga sin inmutarse, en tono un poco crítico. -Porque llevabas tanto tiempo evitando a Vida, que tenías miedo de no ser capaz de mantenerte estoico frente a él... Aunque por otra parte pareces estarlo manejando muy bien. ¡Te felicito!

-Gracias -ironizó el aludido pasando a entrelazar sus manos a su espalda. Más tieso aún si es que aquello era posible. Sintiendo como una vena comenzaba a palpitar en su sien.

-Ahora por favor, si me lo permites, me gustaría poner la mente en blanco. Otra vez. Si tengo suerte. Al menos hasta que se confirme que todo está bien y podamos irnos.

Amor cabeceó ante esta afirmación en silencio. Recorriendo con la mirada uno a uno todos los dioses que allí se encontraban reunidos. Que no eran pocos.

Vanidad destacaba entre todos ellos. Lo cual tampoco era una sorpresa para nadie.

La mujer había llegado varias horas antes de lo acordado, por lo que para cuando Vida, Sabiduría y Médico llegaron al lugar en donde se encontraba sellado Guerra, se toparon con la diosa allí plantada. Acompañada por dos de sus Belladonna. Acicalada como hacía años que nadie la veía. Exudando expectación e impaciencia a partes iguales.

La mujer trataba de aparentar serenidad y elegancia, pero no dejaba de retorcer uno de los adornos de tela de su vestido.

A su delineador de ojos también le estaba costando trabajo quedarse en su sitio. Pues ya fuese por la emoción o por simples nervios, algunas lágrimas rebeldes habían dejando un rastro de pintura negra sobre sus mejillas.

Desde el otro lado de la sala, junto a las puertas custodiadas por los inmensos soldados de Ithis, Muerte frunció un poco los labios al volver a mirarla: Pues lejos de haber alcanzado una convivencia pacífica con el tiempo. Los últimos cien años habían sido especialmente tensos entre ellos dos en el Reino sobre la Tierra. Por lo que en ese momento su obvia felicidad estaba suponiendo un fuerte pinchazo de resentimiento en su pecho. Como un cuchillo que se retuerce en una herida ya ulcerada.