✨ Demo Inversor ✨ • 🌙 Nathaniel x Marc 🌙

🌙 The beggining 🌙

Pensar que todo fue por un simple mal entendido, a veces me preguntó si está bien o si está mal querer que una persona te vea del mismo modo en que tú la ves, es decir soñar despierto con la persona que tanto te gusta ya de por sí es muy surrealista, pero vamos...soñar es gratis y no es un delito; la verdad me avergüenza, porque sin querer lo hago y yo sin darme cuenta me sumerjo en un espiral lleno de pensamientos tan llenos de brillo y a la vez de oscuridad porque sé que nunca va a suceder, y en cierto punto es mejor así, la realidad es dura, pero necesaria.

—¿No lo creés Marc?— escuchar aquella voz me hizo aterrizar en la tierra y con gesto de asombro y susto dirigí la mirada hacia Nathaniel que en todo el rato en que estuve divagando.

—¡¿Qué?! a-ah...s-si, si— Nathaniel me miró pero de una manera burlona, desde ahí supe que lo arruiné.

—Estas muy distraído, más de lo que ya eres— su voz era preocupada, odio causar lastima y si se la provocó a Nathaniel es peor. —¿tienes problemas en casa?

—No, no tengo nada— sonreí y Nathan copió mi gesto, verlo sonreír me aceleró el corazón y de lentamente sentí como mi rostro ardió, esto debe ser un chiste.

—Estas mintiendo— su mirada cambió, ahora era juzgona pero divertida, no sé que poder sea ese pero cada vez que él hace un gesto me siento tan débil. —ocultarle secretos a tu mejor amigo no es correcto, pero tampoco es obligatorio que los digas...eh...vale, yo mismo me he enredado— rió y yo también me reí, su risa es muy contagiosa.

—Ni tú mismo entiendes lo que dices— reí de nuevo. —pero hablando en serio, no tengo nada, si lo tuviera serías a la primera persona que se lo diría ¿no?

—Mmh...de acuerdo— suspiró pesadamente. —pero eso no explica porque no quieres que lea una de tus libretas de escritura— abrí los ojos exagerado al recordar aquella “pequeña” cosa. —¿por qué ya no te gusta que lea tus historias?— la razón es muy simple, todas absolutamente todas tratan de Demo Ilustrador y de Inverso, tragué grueso.

—Es que...creo que no son muy buenas— esa excusa me ha salvado muchas veces de hacer el ridículo frente a Nathaniel, pero creo que está vez no va a funcionar, porque su rostro cambió, ahora tenía sus cejas ligeramente fruncidas y gesto serio. —no te molestes, es solo que siento que ya no tengo la misma chispa de antes, mis historias ya no son tan creativas como lo eran antes...— «...de verte como lo estoy haciendo ahora» bajé la mirada y detuve mi caminar porque sí, estábamos caminando a nuestros hogares, Nathaniel al parecer también se detuvo porque ya no escuchaba sus pisadas en las limpias charcas que había en el pavimento creadas por la ligera lluvia que caía en ese momento.

De un momento a otro mi menton fue alzado por el dedo índice y pulgar de Nathaniel, yo lo miré espectante de los que haría en ese momento, mis manos comenzaron a sudar y mis piernas a flaquear, estaba entrando en pánico por la repentina cercanía de Nathaniel.

—Sabes a la perfección que todas tus historias y escritos que haces son perfectos, ¿por qué dudas de ellas? antes no lo hacías— se alejó un poco pero sin quitar nuestro contacto visual. —o ya olvidaste que gracias a una de tus tantas historias lograras convencerme, al grado de pensar que quien lo había escrito había sido realmente Lady Bug— como olvidar aquello.

—Si...jamás lo olvidaré porque lo destruiste— bajé la mirada, a pesar del tiempo , Nathaniel jamás se disculpó.

—Lo lamento, aún me sigo arrepintiendo de lo que hice por enojo— cerré los ojos cuando sus brazos rodearon mi cuerpo, el pecho me comenzó a doler por las fuertes punzadas que comenzaron a emergir. —no debí destruirlo

—Descuida, no es tan importante— susurré, agh...no entiendo porque recordar algo que ya pasó hace meses aún duele, aún si se está disculpando.

—Claro que es importante, es decir jamás me hubiera gustado que hiciera eso, es como si alguien rompiera mis dibujos frente a mi y les dijera basura— se alejó. —haré algo para compensarlo, lo prometo— solo reí, sin ganas de hacerlo realmente.

—No hace falta, ya te has disculpado y eso basta— fue lo último que dije antes de seguir nuestra caminata.

El resto del caminó fue silencio, uno tranquilo, pero incómodo, Nathaniel trataba de sacar algún tema de conversación, pero como era de esperarse, no duraban ni un minuto, a parte de los largos segmentos de silencio.

Ya estaba muy cerca mi hogar así que apresuré el paso, siendo seguido por Nathaniel al ya estar en la entrada de la misma pude darme cuenta de algo y eso era de que ya era de noche, sin saberlo ya había oscurecido, tome el picaporte de la puerta dispuesto a entrar de una vez.

—Nos vemos mañana— dijo Nathan evitando que entrara.

—Hasta mañana— intenté ingresar en el interior, pero Nathan lo evitó, no dije nada, solo le dediqué una mirada de confundida.

—Estoy pensando en dibujar a Inverso— sonrió y de nuevo mi rostro se ruborizó. —mañana te lo mostraré— se acercó e hizo algo que en su momento me dejó tan frío como un iceberg, besó mi mejilla derecha me sorprende no haber caído al instante, pero pude mantener la poca tranquilidad. —¡hasta mañana!— dijo muy enérgico antes de marcharse.

Nathaniel no tiene idea de lo que provocó en ese momento, ahora todo mi rostro estaba rojo y el palpitar de mi corazón tan fuerte que lograba sentirlo en mis manos, todo esto solo hizo ver lo que ya es evidente.

Estoy enamorado de Nathaniel.