Capítulo 4

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Una cabellera pelirosa se pasea por las oscuras calles de Konoha, sosteniendo en ambos brazos bolsas de mercadería, observaba a su alrededor a las familias felices y recordaba su infancia junto a sus padres y amigos, con un movimiento de cabeza eliminó esos pensamientos que no hacían más que entristecerla, da unos cuantos pasos más hasta parar en seco tras sentir una presencia conocida para ella

- ¿hay algo que quieras preguntarme Hyuga? - sin voltear

- ¿ahora te dedicas a acosar familias Haruno? - saliendo de la oscuridad

- ¿y tú te dedicas a espiar desde la oscuridad? - volteándose para verlo a los ojos

- para nada, casualmente pasaba por aquí y te vi - cruzando los brazos - sabes... me enteré que tu nuevo sensei es Kakashi Hatake

- ¿y eso qué? - cansada de tantos rodeos

- pues... que Hatake jamás ah aprobado a nadie ¿eso no te preocupa?

- la verdad no - sin interés - creo que tú eres el preocupado - se acerca a él - ¿acaso estás preocupado por mi Hyuga? Que tierno - le sonríe

- hmp yo nunca dije eso - sonrojado mirando a otra parte - sólo quería saber si serias capaz siquiera de completar tu primer misión - observando sus ojos

- no te preocupes por mi Hyuga, se cuidarme sola - asegura firme - ya debo irme - avanza tres pasos y se detiene - a propósito... puedes quedarte tranquilo, te aseguro que llegaré a los exámenes chunin y patearé tu lindo trasero

El ojiperla se queda asombrado en su lugar viendo como la joven de cabello rosado continúa su camino dejando un suave olor a cerezos tras ella, al perderla de vista retoma su camino a la mansión Hyuga con una pequeña sonrisa en el rostro pensando que haría el día siguiente

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El despertador sonó logrando que la pelirosa abriera sus bellos ojos para comenzar su día

Con toda la pereza del mundo se dirigió a tomar una ducha para eliminar todo rastro de cansancio de su cuerpo

Salió rumbo a su habitación con una toalla alrededor de su cuerpo y otra en sus manos secando su cabello, cuando terminó de peinar su larga cabellera se desprendió de la toalla restante observandose frente al espejo de cuerpo completo

Su piel era blanca nivea, su cabello era de un color llamativo que la caracterizaba, sus ojos verdes parecían unos hermosos jades, sus pestañas eran de un fuerte color negro, largas y arqueadas, su nariz era pequeña y respingada, sus labios eran pequeños y carnosos, poseían un color rojizo natural

Para tener solo doce años tenía un cuerpo bastante esbelto que se asemejaba a un reloj de arena; sus senos y sus caderas eran grandes para una chica de su edad, sus brazos eran largos y bien trabajados, su cintura era pequeña y su abdomen era plano, en este levemente se podía notar sus abdominales luego de un duro entrenamiento, su trasero era de buen tamaño, era firme y suave, y sus piernas eran largas, gruesas y bien torneadas, su cuerpo estaba libre de cualquier bello que no sea el de su cabello y el de sus cejas

Luego de observar su cuerpo decide vestirse para el entrenamiento, su vestimenta consistía en un crop top con el símbolo Haruno en su espalda, de mangas largas hasta los dedos color negro con cuello, este tenía un escote en el medio permitiendo ver parte de sus senos, y una red en la parte baja que llegaba un dedo encima de su ombligo, un pantalón tiro bajo que dejaba a la vista parte de su abdomen y se ajustaba perfectamente a sus piernas y trasero, se colocó su banda ninja a modo de cinturón, su estuche de armas en su pierna derecha y en sus pies utilizaría sus sandalias ninja

Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora