Fue apenas hace 1 semana que había tenido mi entrevista en esta gran compañia conocida por casi todo el mundo, tenían millones de ingresos al año y un CEO soltero y joven para ser el dueño del puesto nombrado.
Kermit la Rana.
Ese era su nombre, tomé el trabajo de su secretaria hace 1 semana, he hecho trabajos normales para una secretaria, si es que se podría decir normal comprar 10 metros de cuerda de la nada, no hacía preguntas, tampoco es que fuera mi problema –admito que si me daba curiosidad por qué alguien como el CEO Kermit compraría cuerda, y cómo me había dicho que fuera discreta con la compra– pero ese no era mi problema, yo era su empleada y él mi jefe. Además llevaba muy poco tiempo aquí y no quería causar mala impresión, en fín, cosas como esas.
Estaba trabajando en mi escritorio cuando la Señorita Piggy entró dando zancadas a la oficina, tenía claro que era algo así como su novia.
Se veía bastante molesta y decidí centrarme en el trabajo que tenía delante.
♧
— ¡T/A! Ven un segundo por favor— El señor Kermit me llamó, si solo hubiera sabido que a partir de ese momento todo lo que conocía daría un vuelco.
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~50 Sobras de Kermit~
RomanceEsto estaba mal, toda esta situación estaba mal. Pero se sentía tan bien. Yo no debía seguir, me estaba acostando con mi jefe y lo peor de todo es que me gustaba. No solo estaba haciendo algo éticamente y profesionalmente mal, sino que me gustaba. ¿...
