TRANSMIGRADO EN UN GRAN JEFE PARA ROBARME A LA CARNE DE CAÑÓN

8

Con Song Xian resuelto y el contrato con la Corporación Song firmada, Rong Qing acarició su propio ego mientras disfrutaba la mirada de adoración del asistente He Qian.

¡¿Quién diablos creías que era?!

¡Sus puntos en habilidad de gran jefe se llenaron al máximo!

¡Un pequeño acuerdo como este era una tarea fácil para él!

He Qian no sabía qué tipo de método había usado el CEO Rong, sin embargo, cuando fue a firmar el contrato, el pequeño CEO Song claramente tenía una mejor actitud que antes.

Simplemente no sabía por qué, pero cuando le entregó la cajita que recibió del CEO Rong para dársela al pequeño CEO Song, la expresión del pequeño CEO Song, realmente le recordó a su Sweet Pea en casa.

Sweet Pea era un gato extremadamente quisquilloso al que le encantaba quedarse con él todo el día y suplicarle abrazos. La expresión del pequeño CEO Song en ese momento se parecía mucho a cuando Sweet Pea estaba actuando malcriado.

Después de trabajar durante varios días, Rong Qing descubrió que todavía quedaban unos 10 días del mes, puede reducir un poco la velocidad y hacer las cosas sin prisa.

En primer lugar es porque, si bien el gran jefe no confiaba realmente en las personas, su previsión de cómo usar a las personas correctamente era extremadamente acertada. Cada puesto estaba ocupado por la persona más adecuada. En segundo lugar, vino de un sentimiento que tuvo cuando se acostumbró a ser el gran jefe.

Siempre que colaborara con su asistente de uso múltiple, He Qian, y lo empleara bien, incluso si Rong Qing jugara afuera, todo en la empresa seguiría funcionando sin problemas.

Por ejemplo, el que él hiciera una visita al set de rodaje aquí y allá sería una pequeña nimiedad.

Desde que lo pensó, eso es lo que planeaba hacer.

Rong Qing sacó su móvil y echó un vistazo con cuidado.

¡Ha pasado casi una semana desde la última vez que tuvo contacto con Lin Ji!

Echó otro vistazo.

De repente, se puso un poco triste.

¿Qué le pasa a este cachorro de lobo?

¿No tenía conciencia de sí mismo y sus 30 millones? Ni siquiera le envió un mensaje de texto.

Enojado, Rong Qing taptaptap e inmediatamente envió varios mensajes de texto.

En el set de filmación, Lin Ji, con la cabeza completamente mojada después de actuar en una escena de lluvia, estaba buscando una toalla para secarse cuando escuchó el timbre especial sonando en su teléfono.

Hizo una pausa y se cubrió convenientemente con la toalla antes de levantar el teléfono.

[¿Por qué no me enviaste ningún mensaje de texto?]

Lin Ji estaba estupefacto, casi podía ver la energía resentida de este breve mensaje.

Pero, ¿por qué enviaría mensajes de texto a Rong Qing?

Lin Ji, que no tenía ninguna conciencia de sí mismo de su valor de 30 millones, pensó esto.

Llegó otro mensaje.

[Olvídalo. Voy a visitarte. ¿Qué quieres de comer y beber? Haré los arreglos para que la gente te lo envíe.]

Lin Ji apretó los labios en una línea y sus cejas inconscientemente se fruncieron. Realmente no quería que Rong Qing le enviara nada.