TRANSMIGRADO EN UN GRAN JEFE PARA ROBARME A LA CARNE DE CAÑÓN

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Sacando su móvil, Rong Qing no dijo nada más e inmediatamente le envió a ese idiota Song Xian un saludo desde el fondo de su corazón.

Pensándolo de nuevo, todavía sintió que no era suficiente, así que sacó su teléfono nuevamente y también le envió un mensaje al Viejo Song.

¡¡Song padre e hijo me jodieron!!

En la Finca Song.

Song Xian estaba sentado frente al Viejo Song, escuchando respetuosamente como un patito mientras le sermoneaban. El móvil del padre y del hijo sonó uno tras otro.

"¿Quién diablos?" Song Xian sacó descuidadamente su teléfono para echar un vistazo. Su expresión gradualmente se volvió rígida.

"¿Qué?" A su lado, el Viejo Song preguntó mientras también abría su teléfono para echar un vistazo.

De Rong Qing: [No obtuve suficiente dinero].

Una expresión rígida similar apareció en su rostro. Después de un largo rato, el Viejo Song finalmente se agarró el pecho con una mano y señaló a Song Xian con la otra: "Mocoso, ¿qué hiciste ahora?"

Hijo pródigo. ¡Definitivamente es un hijo pródigo!

¡Prácticamente podía ver todo el dinero que hizo a punto de volar justo ante sus ojos en el siguiente segundo!

Song Xian lloró sin lágrimas. ¡No hizo nada!

Además, ¡él también quería llorar! ¿Por qué Rong Qing le envió repentinamente un mensaje de texto con su extracto bancario?

Su vida era demasiado difícil, porque no tenía dinero.

Adivinando qué tipo de reacción estaban teniendo estos dos, padre e hijo, Rong Qing enfrió a regañadientes su ira. Lo que hacía que le doliera la cabeza ahora mismo era cómo hacer feliz al cachorro de lobo de nuevo.

Respiración profunda.

Nunca pensó que mantener a un top inigualable hoy en día era tan difícil.

He Qian llamó a la puerta y entró. Entregó los documentos que debían ser revisados hoy mientras decía: "CEO Rong. Lo que me instruiste antes se ha completado".

"¿Qué cosa?" Dije tantas cosas. ¿De cuál estás hablando?

Rong Qing se obligó a sí mismo a tener un poco de energía para mirar a He Qian.

He Qian vio que no podía recordar, así que le recordó: "La foto del Señor Lin. Todo ha sido hecho y colocado en toda sus propiedades. También vi cómo se borraban los negativos con mis propios ojos".

¿La foto que se convertiría en una almohada corporal?

Rong Qing se animó instantáneamente: "Muy bien. Te daré un bono el próximo mes".

¡Digno del asistente multiusos! ¡Me entiendes bien!

Rong Qing recogió las llaves del coche sobre la mesa: "Me ocuparé de esos archivos cuando regrese. Necesito irme momentáneamente".

Mirando a la figura del CEO Rong desaparecer apresuradamente, He Qian no se inmutó. Él lo entendió. Después de todo, las almohadas corporales ya estaban hechas y listas. Si el CEO Rong no regresaba para probarlas, ¿cómo podría calmarse lo suficiente para concentrarse en el trabajo?

Escogiendo casualmente una casa cercana, Rong Qing se acercó. Tan pronto como entró por la puerta, vio que la sala de estar tenía un enorme marco de fotos. Dentro del marco, las largas pestañas de Lin Ji revoloteaban hacia un lado, la punta de sus orejas ligeramente rojas, los dedos levantaron de manera poco natural la esquina de su camisa para morderla en su boca.