La tarde del domingo habíamos salido con mis amigas, el fuerte sol de verano brillaba enfrente de nuestras narices y agradecí haberme puesto protector solar. El calor insoportable me había hecho ponerme unos shorts de jean blancos y una remera simple, mi blanca y suave piel quedaba a la vista resaltando mis luminosos ojos negros. Mi cabello azabache sano y envidiable, atado en una larga coleta con el mejor colero que tenía, brillaba más que el sol.
Pero no eran suficiente para ella, quién disfrutaba de todas las otras cosas en el mundo, diferentes a mí.
Le gustaba pintar grandes playas que visitaba, arcoíris que veía desde el patio de su casa y la fría lluvia de invierno. También horneaba y cocinaba de las comidas más simples hasta las más complejas, su favorita era la lasagna. Siempre se reía de bromas y a veces no le gustaban los chistes.Para mi suerte, siempre se había reído conmigo.
Mis amigas a mi costado hablando y planeando sobre el baile de fin de curso, que se iba a festejar dentro de pocos meses, no fueron suficiente motivo para distraerme de ella. Quién miraba con atención el lindo parque, el lago con patos y flores alrededor y las personas pasando.
Vi su espalda, delicada y fina, su larga cabellera roja atada en dos trenzas luciendo como una princesa.
La vi observar todo como una niña pequeña, así era ella, su alma.Le resté importancia al lago luminoso, al sol brillante, a mis amigas hablando, a los patos, a las personas y a las flores.
Sintió mi mirada en su espalda y giró sonriendo a verme.
"Ey, Shu" me llamó.
"¿Crees que es un buen paisaje para pintar?"Aún fuera el paisaje más atroz y monstruoso que mis ojos hayan visto, siempre le diría que si, si a ella le gustaba y emocionaba la idea.
Era tan talentosa que yo ansiaba ser su musa, soñaba con que me pintara, que pintara mis feroces ojos, mi largo cabello azabache y bien peinado, mi piel y mis labios. Que también nos pintara a las dos juntas y con las manos unidas."Puedes intetarlo"
"¿Intentarlo?" me pregunta con una ceja levantada y una sonrisa burlona.
Me reí.
"Ya sabes de lo que hablo, te saldrá bien igualmente" le digo.Cuando finalmente habíamos encontrado un banco libre, nos sentamos. Yo a su lado y con mi mejor amiga a la izquierda, mis otras tres amigas optaron por sentarse en el verde césped.
Hablaban de la graduación cuando salió el tema.
"Shu, si no pasas esos cuatro exámenes no podrás graduarte" me dijo preocupada Minnie.Le agradecí sarcásticamente en mi interior por recordármelo.
Los cuatro exámenes de matemática, física, literatura e historia que debía desde el año pasado, cuando no pude seguir estudiando por razones personales. Fueran las únicas materias cuyos profesores no les importó mi situación.Caía la noche cuando habíamos decidido irnos, las hermosas estrellas que adornaban el cielo, características del verano y la luna blanca, se hicieron notar alumbrando la noche.
Se acercó a mi silenciosa y con una tímida sonrisa haciendo latir mi corazón y sudar mi frente.
"Oye, Shu" me dijo despacio y bajo.
"Puedo ayudarte si quieres, sabes que mamá es profesora de matemática" me propuso.Mi enorme sonrisa quería salir.
"¿Qué hay de las de más materias?" le pregunté tratando de ocultar mi emoción.
"Bueno, veremos que hacemos, ¿Verdad?" me dijo y asentí.Esa noche me fui a dormir sabiendo que mi amiga Seo Soojin, de la cual llevaba enamorada dos largos años, iba a ayudar a que me gradúe.
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Hey, Soojin - 𝐬𝐨𝐨𝐬𝐡𝐮
Fanfiction"Puedo darte 50 razones de por qué debería ser la que elijas" #24 en Sooshu