El avión de carga

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Me encuentro parada junto a las ruinas de los que fue una biblioteca, no sé por qué contemplar este lugar se me hace muy relajante, no recuerdo bien como llegue hasta aquí la primera vez, solo recuerdo estar caminando, llevaba casi 6 días sin probar un bocado de comida, sin hablar con nadie, recuerdo que deje que el ruido de las personas, el calor altamente inquietante y el hambre atroz que sentía, salieran sobrando, camine no sé por cuanto tiempo, realmente el mundo en el que se convirtió la Tierra el tiempo en orden cronológico dejo de importar, mi pie tropezó con un ladrillo polvoriento y decidí levantar la vista, en ese momento una brisa fresca soplo, fue por un breve instante, donde mi cabello junto con mi ropa se agitaron con el viento y ante mis ojos se encontraban los restos de lo que había sido una impotente biblioteca, ahora camino hasta aquí cada vez que el hambre ataca y hace trizas mi estómago, creo que es porque tengo la idea de que si muero debo hacerlo en un lugar que me de paz, un pequeño instante de paz.

La mirada de un pequeño me atraviesa, él se encuentra escondido detrás de los muslos, de quien supongo, es su madre, me pregunto si él sentirá la misma paz que yo siento al estar en este lugar, de todos modos no hay muchos lugares a donde ir, ella también me observa, y con su mirada sé lo que me quiere decir, yo he observado a otras personas con esa misma mirada, y es una mirada de hambre, en mi bolso se encuentra un pan casi en estado no comestible, es mi porción para los dos días de retorno, a el lugar donde me gusta llamar, hogar, así que ignoró sus miradas, regresó mi vista hacia los restos de la biblioteca, bajo un ladrillo esta una libreta, casi destruida, es de color negro con letras blancas, decido recogerla de todas formas por qué dejarla en un lugar tan inhóspito como el este, estará mejor dentro de mi bolso, no sé lo que dicen esas letras, nunca me enseñaron a leer, cuando nací la Tierra solamente contaba con un cuarto de su extensión para ser habitable, así que a quién le interesa enseñar a leer.

Retorno hacia mihogar, serán dos días de camino, casi sin descansar, debo de llegar justocuando el avión llega a repartir. 

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