Perdí la cabeza

Capítulo 4 el nacimiento

Después de una larga noche de preocupación y reflexión, no me quedó de otra más que afrontar la situación e ir directo a la empresa, camino hacia allá tenía un raro sentimiento, después de tantos años mi burbuja mental tuvo partes que si sucedieron, mi miedo no era lo que sucedió, no era la muerte de ese hombre ni mucho menos ser culpable, tenía miedo de mi mismo, le pregunté a Jeff que hacer y curiosamente me respondió "hoy nacemos una vez más", esas palabras me llegaron al corazón de una manera extraña.

Llegando a la empresa, el lugar estaba lleno de agentes de policía y por supuesto el jodido jefe, en el momento en que bajé del transporte publico fui señalado por uno de los oficiales, no me quedó de otra más que mantenerme frio ante la situación, Rebecca estaba a lo lejos observando todo, giré para verla y darle una sonrisa, ya que al parecer iba a ser llevado a un interrogatorio. El jefe curiosamente me mandó a llamar diciéndome que todo estaría bien, no tenía ni puta idea de porque me diría como eso ¿A caso se le olvidó todo lo que ocurrió? Pero, no tengo miedo en absoluto. En la comisaría se me dijo mis derechos y toda esa formalidad para hacerme preguntas, la primera de ellas fue "¿A que horas salí de la empresa?" Respondí el no saberlo pero confesé haber sido el ultimo en salir, lo cual lo llevo a la segunda pregunta "¿Cual fue el ultimo lugar en donde estuvo antes de salir?" Respondí que estuve en la cabina de seguridad ya que me parecía extraño que el guardia no estuviera por ningún lado y revisaba las cámaras para saber si andaba por ahí. Luego de muchas preguntas las cuales no considero que fueran realmente importantes, se me dejó en libertad, por alguna razón absurda, la familia de ese sujeto no levantó ningún tipo de cargo o investigación, ¿Quién era la familia de ese tipo? ¿Por qué no querrían justicia ante la muerte de un padre de familia? Luego de esa situación, la empresa continuó con normalidad, un enorme sentimiento me invadió junto con un recuerdo, el jefe me mencionó que tendríamos una charla y aún no se a dado, fui directo a su oficina, todo estaba pasando demasiado rápido llevándome a dudar si estaba alucinando o algo y no era así, toqué la puerta de su oficina y me mandó a seguir, le pregunté sobre la situación y la charla que me mencionó, me respondió que al parecer la familia del guardia se beneficio de la muerte de aquel hombre, tenía una supuesta herencia la cual terminó en manos de su esposa, casualmente el día en que lo asesiné, los padres del sujeto fallecieron dejándole todas sus posesiones y una enorme casa la cual le quedó a la esposa, esas palabras me parecieron lo más absurdo que había ocurrido en mi vida pero no tenía tiempo para pensar en eso así que le pregunté por la charla, me respondió que era un hombre muy breve que le gustaba ir al grano, me dijo con una voz de confianza, "estoy al pendiente de que no eres alguien normal en lo absoluto, me agrada la gente rara, estás ahí de pie luego de haber sido un posible culpable de homicidio, luego de haberme proporcionado un   golpe en el cráneo y encerrarme en un casillero, ¿Estás consiente muchacho? Tienes grandes pelotas o eres muy estúpido, eso me agrada y te ocuparé para unas cosas que no tienen nada que ver con la empresa, te pediré que hagas unos trabajos por mi, esa información te la daré mañana". ¿A que se refirió con "te pediré que hagas unos trabajos por mi"? Y ¿Nada que ver con la empresa? De que va este idiota, volviendo a mi oficina fui detenido por una Rebecca aparentemente preocupada, cosa que no era así, pase tanto tiempo con ella de niños que se cuando es solo amable y nada más, me preguntó por absolutamente todo lo que había sucedido y que no entendía nada de la situación, le mencioné todo e intente ser breve, tenía trabajo pendiente. Llegando por fin a mi oficina, empecé con todo lo que tenía pendiente, me agrada muchísimo poder trabajar con mi música favorita, el empleo me rinde más cuando tengo esas melodías en mis oídos, tarde todo el resto de la tarde en terminar, estaba muy contento, no había tenido prácticamente ningún problema real ese día, me sentía el hombre más afortunado de la tierra y para mi felicidad, los fines de semana no tenía que trabajar. Nuevamente fui el ultimo en salir de la empresa, ya había nuevo guardia y espero no asesinarlo y que su familia tenga herencia jajajaja.