El aventurero ninja

Aldea Oculta: La Deidad Rechazada III

Hestia estaba sentada en la sala de su casa, su familia, Naruto y Wiene estaban desde anoche en la torre, a esta hora ya deberían estar en su destino, estaba preocupada, todas sus personas queridas se encontraban en una misión que les devolvería su libertad o su familia sería destruida, suspiró, se levantó para ir a la cocina pero toques en su puerta desvió su camino, al abrir la puerta se encontró con una de las meseras de la anfitriona de la fertilidad.
-"Buenos días diosa Hestia"- saludó Ryuu, Hestia  la observó, no eran tan cercanas pero sabía que ella era cercana a Bell, como casi todas las mujeres que conocía.
-"Buenos días Ryuu San, en qué te puedo ayudar?"- preguntó Hestia.
-"Supe que Naruto venía seguido a su casa, usted me podría decir dónde lo puedo encontrar?"- La elfa le sostuvo la mirada.
-"osea, si el viene de vez en cuando pero son visitas de unos cuantos minutos, quizás una hora y después desaparece como solo el sabe hacerlo, sin dejar huellas ni indicios"- respondió Hestia, de modo pensativo, en la situación que se encontraba no podía contar a cualquiera que Naruto y compañía se encontraban en una misión que podría afectar el estilo de vida de la ciudad, Ryuu bajó la mirada, por un instante la diosa notó tristeza y decepción en los ojos de la mesera -"vamos pasa, tengo dudas que solo tu puedes responderme"- Ryuu miró confundida a la diosa pero asintió. Se ubicaron en la sala una frente a la otra.
-"usted dirá diosa Hestia"- habló Ryuu manteniendo la calma que tanto le caracterizaba.
-"desde hace tiempo que tengo una duda a la cual no le he encontrado respuesta, si Naruto estaba tan bien y era tan cercano a Syr como a todo el personal de la taberna, porqué de un día para otro se marchó y desapareció?"- Ryuu tenía la misma duda, cuando fueron en la misión de rescate del grupo de Bell, ella quería saber las respuestas, pero el solo quedó en silencio, Syr tampoco tuvo alguna explicación, ella junto a mamá Mía parecían querer olvidar que Naruto estuvo alguna vez en la taberna, se les veía triste pero no decían nada.
Ahora si hablaba de manera personal, quizás ella descuidó a su amigo, cuando más triste y sombrío se veía ella solo pasaba de largo, incluso cuando entrenaban nunca se tomó el tiempo de preguntarle al pelirrubia si estaba bien o si necesitaba, pero cuando la diosa Loki insinuó querer llevarse a Naruto ella inmediatamente  se opuso, pero porqué? Con la llegada de Bell nuevamente Naruto desapareció de su campo de visión y puso todo de sí para ayudar al interés amoroso de su amiga Syr, ignorando nuevamente al pelirrubio.
-"Sinceramente no se que fue lo que sucedió, incluso para mi todo pasó sin que yo me diera cuenta, creo que ya molesté demasiado, disculpe las molestias, yo debo volver a trabajar"- Ryuu se puso de pie y se dispuso a marcharse.
-"estás preocupada por el?"- preguntó Hestia deteniendo a la elfa, Ryuu miró hacia el frente.
-"no lo sé"- respondió la elfa, Hestia se puso de pie, con su rostro serio.
-"si no estas preocupada por Naruto entonces no vengas a preguntar por el, olvídalo, y sigue tu camino, el no necesita gente que lo mire a la distancia, ni personas que le mientan a la cara, un corazón foto no necesita lastima, tu solo le harás más daño"- Ryuu se giró en dirección a la diosa, era obvio que ella sabía de Naruto -"Naruto no se marchó porque el quisiera o estuviera aburrido, el fue engañado y lastimado por sus seres cercanos, no se quien y no se el como pero ustedes le empujaron a marcharse, así que ahora no permitiré que se acerquen de nuevo y verlo desaparecer esta vez para siempre, lo siento pero si tengo o no información de él no lo compartiré ni contigo ni con nadie, es mi amigo y lo defenderé de todo"- Ryuu se puso seria, quiso responder pero solo asintió, de cualquier forma parecía que para saber de Naruto debería regresar en el tiempo y averiguar que pasó.
-"Ya veo, ya no tengo nada más que hacer aquí"- con eso Ryuu se marchó sin mirar atrás.

En el laberinto.
-"Al parecer aquí termina el camino"- comentó Naruto, todos miraron en todas direcciones buscando algún indicio o entrada que hayan pasado por alto pero sólo era un túnel sin desviaciones.
-"escucho algo"- comentó Wiene cerrando los ojos mientras trataba de ubicar la voz, todos trataron de escuchar algo pero nada, Wiene se comenzó a acercar a un gran cristal encrustado en la pared, la voz se hizo más fuerte, ahora siendo escuchado por Naruto y Haruhime, así todos los demás también fueron capaces de escuchar -"viene detrás de esta roca"- Naruto tocó el hombro de su hija, Wiene tomó distancia, siendo imitada por todos los demás, Naruto miró su objetivo y un pulso de energía emergió de él generando una onda viento, la piedra se desquebrajo cayendo en pedazos.
-"Bueno, ya sabemos a dónde nos quería enviar el anciano, yo ingreso primero"- ordenó Naruto.
-"Naruto Sama"- habló Haruhime quien era acompañada por Wiene, Naruto notó preocupación, pero sólo asintió e ingresó.
-"nosotros igual avancemos, no es bueno separarse"- habló Mikoto siendo apoyada por todos. Cuando el grupo se encontró en lo que parecía una caverna desconocida guardaron silencio, Bell se ubicó al lado de Naruto y buscó a un posible enemigo.
-"mmmm porqué no atacaran? Buscan algo o esperan alguna señal"- pensó Naruto sintiendo varias presencias en la oscuridad, pero todo se vio interrumpido por un gruñido, dos ojos rojos brillaron a la distancia, la silueta de un lagarto se comenzó a revelar -"veamos que es lo que quiere"- Naruto tomó su Chokuto y se  Impulsó a una velocidad similar a las de los aventureros, el lavarlo le imitó y chocaron armas, si, al parecer su enemigo sabía lo que hacía, Naruto retrocedió y sonrió, el lagarto lo perdió de vista y tomó rumbo al resto del grupo, sus ojos estaban centrados en su objetivo, Bell se ubicó en frente de Haruhime y Wiene con sus dos cuchillos, se preparó para el impacto pero una brisa pasó al lado suyo se generó otro golpe metálico, todos se sorprendieron de ver a Wiene con la misma arma de Naruto combatiendo al monstruo con una habilidad sorprendente, más sonidos de combates se generaron en la caverna, monstruos comenzaron a aparecer con armas listo para pelear, el grupo de Bell estaban rodeados, Wiene por su lado atacaba y esquivaba a sus múltiples enemigos pero sin lastimar o matar a nadie, solo manteniendo distancia, aunque todo se vio interrumpido por la aparición de una gran llamarada dorada que fue tomando la forma de un zorro, cosa que sorprendió a todos, en medio de la bestia se encontraba Naruto en pose de meditación.
-"creo que sí seguimos así no llegaremos a ningún lado, además quiero saber de quien era la voz que me trajo a este lugar"- preguntó el Uzumaki abriendo sus ojos, del cielo descendió una semihumana con alas en vez de brazos y piernas de águila -"eso no me lo separaba, porque eres tan cruel conmigo destino"- murmuró Naruto haciendo desaparecer las llamas.