N° 6

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--¡Qué alegría me da escuchar eso, Ino! Entonces ¿al fin estás de vuelta en Konoha?

--Sí, Yoshino-san, esta vez me quedaré permanentemente-- contestó sorbiendo su taza de té --No sabe cuánto extrañé la aldea.

--¡Me lo imagino! Cinco años fuera hacen que uno empiece a añorar el hogar-- dijo sonriente --No sabes cómo te extrañó tu padre. Se emocionaba al recibir tus cartas.

--También lo extrañé, pero este tiempo fuera me sirvió para especializarme en diversos campos de la medicina, así que aunque los haya extrañado a todos, puedo decir que el sacrificio valió la pena.

--Claro que lo valió, querida. Aunque aquí todos también te extrañamos. Hasta Shikamaru.

--¿Ah sí? No me diga que Shikamaru-chan sigue pensando en mí-- dijo jocosamente haciendo que la mujer Nara riera ante la ocurrencia.

--Tendrás que preguntárselo a él mismo, querida. Ya es un hombrecito después de todo.

--Hablando del rey de Roma-- susurró la rubia al ver al muchacho de trece años bajando por las escaleras para tomar desayuno.

Con el semblante aún adormilado caminaba lentamente, frotando sus ojos con una mano y con la otra cubriendo un bostezo tras otro. Ya vestía su uniforme, pero aún arrastraba los pasos con pereza.

--Buenos días, okaasan-- saludó aún sin abrir los ojos.

--Buenos días, hijo-- respondió alegremente --¿No vas a saludar a la visita?

En ese momento Shikamaru estiró sus brazos con pereza y abrió los ojos, quedando petrificado ante la presencia de la mujer. Sin que pudiera controlarlo, un rubor creciente se hacía presente en sus mejillas.

--Buenos días, Shikamaru-chan. ¿Te acuerdas de mí?

Claro que se acordaba de ella. ¿Por qué tenía que aparecer en su casa luego de tantos años? Hubiera podido vivir perfectamente sin tener que volver a verla y sin recordar la vergonzosa anécdota de su pasado.

Flashback

5 años atrás - Vivienda Yamanaka.

Shikamaru caminaba tomando la mano de su madre, quien lo dejaría en la casa de Inoichi, a cargo de su hija Ino Yamanaka. No conocía bien a la chica, pero según su madre era una kunoichi excepcional.

--Te quedarás a cargo de Ino-chan, ¿está bien? Yo debo ir a ver a tu abuelo, al parecer está un poco delicado de salud y necesita de mis cuidados.

--¿Por qué no me puedo quedar en la casa de Chouji?

--Porque no quiero que vayas a empacharte. ¿Recuerdas la última vez que te quedaste en su casa? Su mamá te dio tanta comida que terminaste con dolor de estómago.

El pequeño Nara hizo un mohín demostrando su desagrado. A pesar de que su madre tenía razón, prefería quedarse todo el día en casa de su amigo antes que tener una niñera. ¿Qué de divertido podría ser quedarse a solas con una chica grande? No podrían jugar ni tendrían cosas de qué hablar.

--Shikaku e Inoichi llegarán esta noche de su misión, así que tu padre pasará a recogerte y te llevará a casa, ¿de acuerdo?

--Hai...-- aceptó con desgano mientras su mamá tocaba la puerta de la casa Yamanaka.

--¡Yoshino-san! ¡Buenos días!

--Hola, querida-- saludó sonriente --No seas malcriado, hijo. Saluda-- le ordenó sacudiendo su mano.

--Buenos días, Ino-san...

--Hola, Shikamaru-chan-- respondió risueña agachándose a su altura. --Hoy pasaremos el día juntos ¿qué te parece?-- preguntó picando una de las mejillas del niño haciéndolo sonrojar.

ONESHOTS - ShikaInoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora