Capítulo 1

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ANDREA.

Despierto gracias a la alarma de mi despertador de color morado, el cual apago picando al botón que tiene en el centro de la parte superior.

Me levanto de un salto y abro las cortinas para que la luz del sol ilumine todos los rincones de mi habitación.

Ya hacen 4 meses desde que la pesadilla de Scott terminó.

Todavía recuerdo los malos momentos que llegamos a pasar tanto Aiden como yo esos días, pero al fin, podemos disfrutar de nuestra mutua compañía.

Tras lo sucedido, Aiden se propuso  hacerme feliz cada día de mi vida, y, sobretodo se  centró en ayudarme con mi trastorno alimentario. Gracias a él voy realmente mejor, he engordado un poco más y me siento bien conmigo misma, siento que me da igual lo que la gente piense de mi, y todo se lo tengo que agradecer al mejor novio que una chica puede tener.

Tras darme una ducha rápida, abro el armario dispuesta a empezar mi primer día en la universidad, es decir, abrir una nueva etapa en mi vida.

La verdad es que estoy muy nerviosa, ¿encajaré bien en la universidad? ¿Haré amigos? ¿Seguiré llevando unas notas excelentes?

Ah, se me olvidó decirles la mejor parte... ¡Aiden y yo estamos en la misma univeridad!

Aiden va a hacer su último año mientras que yo empiezo primero de carrera, aunque puedo destacar que podré estar mucho más tiempo con él y le podré ver todos los días.

¡Un sueño hecho realidad!

La pena es que Angy entró en una universidad a cientos de kilómetros de aquí, así que se mudó allí. Prometimos seguir en contacto, pero es difícil llevar una amistad a distancia, aún así lo intentamos con todas nuestras fuerzas.

Decido ponerme unos grandes vaqueros azules rotos y una camiseta de manga corta holgada, acompañada de una chaqueta de cuero negra y unas Converse negras con plataforma.

Bajo las escaleras tras agarrar mi mochila junto con el móvil.

—¡Hola mamá!—saludo a mi madre que está exprimiendo naranjas para hacer un zumo.

Desde que rompieron el contrato por el cual iban a derribar todas las casas del barrio de los padres de Aiden, mis padres decidieron tomarse el trabajo un poco con más de tranquilidad para estar más tiempo con nosotros.

—¿Y papá? — pregunto tras agarrar una tostada recién hecha de la encimera, la cual era parte del desayuno que me había preparado mi madre.

—Ha ido a llevar a tus hermanos al colegio y luego irá a trabajar—dice sin mirarme ocupada con las naranjas.

—¿Y tú no vas a trabajar hoy? — pregunto comiendo a toda prisa antes de que sea la hora de irme.

—Yo iré cuando tú te vayas—la miro extrañada— no me iba a perder el primer día de universidad de mi hija ¿no?

Me regala una radiante sonrisa.

—¿Preparada para tu primer día siendo universitaria?—pregunta aplastando la media naranja contra el exprimidor para sacar el mayor jugo posible.

—¡Si! Aunque si te digo la verdad... estoy un poco nerviosa...—suelto una risita que delata que no estoy un poco nerviosa, si no que ahora mismo todo mi cuerpo está llevo de nerviosismo.

—Tranquila, cariño, ya verás como lo haces genial y todo va bien— se seca las manos en un trapo y me abraza para tranquilizarme e intentar disminuir los nervios que me provocaba el comienzo de esta nueva etapa de mi vida.

MI NIÑERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora