犠牲にするか犠牲になる

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Me levanté agarrándome la cabeza por el fuerte golpe que me di. Al elevar la vista pude observar varios seres mirarme. Algunos con repugnancia, otros con gracia.

Estábamos en un sitio enorme, con escaleras y habitaciones en el techo y paredes. Parecía un laberinto sacado de Alicia en el país de las maravillas.

Alguien se paró delante de mí.

-¿Señor...Tsukihiko?

Este sonrió mirándome con superioridad.

-Vaya... No hace mucho que nos hemos separado... No pensaba que me la conseguiríais tan rápido.-dijo sin quitarme la vista de encima.

-No ha sido difícil. Estaba en una de las entradas del laberinto.-dijo uno con pelo corto rojizo y marcas por el cuerpo.

Tsukihiko sonrió.

-Parece ser que no puedes arreglártelas sola y has acudido a mí nada más darte la dirección.

Yo seguía atónita arrodillada en el suelo sin poder dejar de mirar la situación. ¿Cuándo pensé que era buena idea venir a Japón?

-Está bien.-se giró bruscamente.-Akaza y Douma, os encargaréis de vigilarla en su misión. No quiero malos imprevistos.

-¡Toma ya!-dijo un rubio tumbado en el suelo.

-¡¿Qué?!-se quejó el pelirrojo.

-¿Alguna queja, Akaza?

-No, señor...

-Tú, ven conmigo.-me señaló Tsukihiko.

Emprendió el camino hacia una habitación cercana con una manta como puerta. Al lado de esta se encontraba una mujer con pelo largo y con el flequillo tapándole la cara y sostenía una especie de guitarra antigua.

Me levanté apresurada sin quitar la vista de las demás personas que hablaban y reían por lo bajo mientras me miraban.

Entré en la habitación tras Tsukihiko. Este cogió unos papeles de una mesa de madera dándome la espalda. Yo solo me paré delante de la entrada sin saber qué hacía allí.

-Bueno...¿y quiénes son esas personas?

Tsukihiko me ignoraba.

-¿Son...amigos?

Seguía sin responderme.

-¿Está en algo ilegal?

-Cállate.-me dijo calmádamente.

-Vale...

Al fin se dio la vuelta para mirarme.

-¿Sabes quién soy?- se sentó en la mesa de madera y cruzó sus brazos.

-Mmm...Sí. Tsukihiko, ¿no?-él iba a proceder a hablar, pero yo le corté.- Es broma.-me reí.- Es evidente que me ha mentido y me quiere para algo, y no algo bueno. ¿El qué?

-Vas al grano...me gusta.-sonrió.-No hace falta que sepas mi nombre. Solo sigue mis órdenes. No te costará tanto.

-¿Por qué debería? ¿Qué gano yo?

-No morir. Creo que es suficiente.

-¿Yo morir por ti? ¿Disculpa? ¿Quién te crees que eres?-dije indignada.-Bueno, déjate de bobadas y dime dónde está la...

No me dejó terminar la frase. Me agarró por el pescuezo empotrándome contra la pared.

-Que pena que me hagas falta... Me encantaría convertirte en demonio para torturarte hasta el fin de los tiempos.

Tú eres la razón (Muzan x Tú) Kimetsu No Yaiba FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora