Tú eres la razón (Muzan x Tú) Kimetsu No Yaiba Fanfic

5. 最初のミッション

-¿Rengoku?

-Yoh. -dijo guiñándome el ojo.

Se puso recto con las manos en las caderas sonriente.

-¿Es contigo con el que realizaremos la misión? -pregunté algo aliviada.

-Sin duda. -se señaló con el pulgar. -Yo os protegeré.

Sonreí divertida ante su actitud segura. No sabía muy bien de qué iba la misión, pero ya me habían repetido varias veces que podía morir. No me hacía mucha gracia esa idea, pero quizás podía aprender más sobre la situación en la que me encontraba.

-Está bien. El tren se irá en unos minutos. Necesito llenar el estómago. -dijo para marcharse a unos puestos cerca de la estación.

-Nosotros vamos dentro. -dijo Tanjiro.

Les seguí a los tres mirando lo revolucionado que estaba Inosuke. Se me hacía extraño que tomasen tan normal a los demonios pero se les hiciese tan raro un simple tren. Es verdad que se veía antiguo para la época en la que estábamos... Pero puede que en Japón se conservasen algunas famosas antigüedades.

Observé todo el tren con detenimiento tocando con mis manos los suaves asientos de terciopelo rojo. Decidí sentarme con Tanjiro junto a la ventana.

-Bueno... ¿A dónde se supone que vamos? -pregunté aún sin estar enterada del todo.

Tanjiro dejó a Nezuko en el asiento en frente mío y se sentó para contestarme.

-Se supone que hay un demonio en este tren, y tenemos que proteger a las personas aquí dentro.

-¿Un demonio? -le miré con sorpresa.

-Sí. Pero no te preocupes. Estamos nosotros y Rengoku es muy fuerte.

Pasé mi mirada al suelo del vagón.

-¿Cuántos demonios existen?

-Muchos. -resopló Tanjiro.-Demasiados, diría...

-Mmm... Si tenemos que intentar terminar con cada uno de ellos nunca lo conseguiremos.-apoyé la cabeza en mi mano pensativa.

-El punto es Muzan... Pero evidentemente es casi imposible si quiera acercarse a él y no morir en el intento.

Volví mi mirada a Tanjiro.

-Tú... ¿Ya has tenido contacto con él, no?

-Sí, claro. -asintió. -El día en el que te conocí.

Abrí los ojos de par en par. El día de la desaparición de mi madre.

-Tú... Sabes de su olor por ese día... ¿Cómo es que tienes esa habilidad?

Tanjiro sonrió rascándose la nuca.

-Vendrá de familia... Supongo.

Sonreí divertida. Al menos parecía que gracias a su habilidad sabría si hay peligro cerca.

-Espero que podamos fiarnos de tu sexto sentido para atrapar demonios.

Tanjiro asintió con una gran sonrisa marcada intentando relajar el ambiente.

Miré por la ventana más melancólica que de costumbre. Muzan me había encomendado atrapar a Tanjiro en ese laberinto con vida. ¿Cómo podía yo hacer semejante cosa? ¿Y en verdad iba a hacerlo? Tanjiro era demasiado buena persona. Aunque en parte era algo bueno que ya supiesen de mi encontronazo con Muzan y a pesar de ser normal querer sonsacarme información, no insistían tanto.

Miré por la ventana centrándome en el paisaje cubierto por el manto oscuro de la noche.

-¡Ahh! ¡Inosukeeee! -oí a Zenitsu quejarse. -¡Deja de intentar tirarte a las vías! -le agarraba del pantalón casi quitandoselo.