IV

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Se observó a sí misma en el reflejo del espejo. Había dejado sin ningún alma la habitación de Ayanokouji, el cual le había hecho derramar un par de lágrimas de frustración.

En aquel reflejo observó cómo sus pupilas se habían dilatado levemente... como sus cabellos estaban cada vez más desarreglados... como su rostro guardaba un lamento en su interior...

La tristeza es una emoción que acompaña a todos desde su nacimiento... se expresa en algo tan simple como lo era el llanto. Nadie era ajeno al sentimiento de tristeza, ni siquiera la pelinegra, que se jactaba de ser más racionalidad que irracionalidad, se libraba de sentir aquella emoción que destruía el alma...

La importancia de lo que sentía la pelinegra se basaba principalmente en el mayor motivo de la existencia del ser humano, la búsqueda de la felicidad... la cual había ignorado desde hace ya mucho.

Llorar era un recurso muy importante al momento de sentir tristeza, pero las lágrimas cesaron justamente cuando las liberó... no había consuelo alguno en un par de lágrimas, no había una mejora en el estado de animo de la pelinegra...

No había amigos, no había personas con las cuales charlar... estaba sola y abandonada en esos momentos... ni siquiera sus lágrimas le acompañaban... ella sentía tristeza...

En ese momento pensó en Sudou, la forma en la cual le había tratado... pero sacudió la cabeza... Él no era compatible con ella, y ni siquiera con una decepción, o con toda la frustración que sentía, le daría una oportunidad... ella no era así...

Oye, Horikita. —le llamó—

¿Sí? —respondió cortante—

Te veo muy extraña últimamente. ¿Ocurre algo?

Sí. Ocurren muchas cosas...

¿Se puede saber de qué se trata?

Estoy enamorada. —le informó sin mirarle—

Su mirada era fría, incluso más que en el día que se habían conocido, esa mirada penetrante y cansada, se comparaba incluso con la mirada del castaño.

¿Eso no debería ser motivo de celebración?

No, de ninguna manera...

¿Quién es el afortunado?

Lo indiferente que podía llegar a ser Ayanokouji esta vez le había conseguido abrir una pequeña herida que parecía levemente cicatrizada...

Es alguien de segundo año. —informó actuando lo más sincera posible—

Ohh... supongo que querrás tener un avance con esa persona...

Si te refieres a que lo nuestro va a terminar por un simple enamoramiento estas muy equivocado. ¿No eres tú el ejemplo más indicado? —preguntó esbozando una sonrisa falsa—

Si tu objetivo es hacerme sentir una basura, no creo que me afecte mucho...

Eres una basura...

Una basura que disfrutas.

¿Qué pasa con ese tipo de dialogo? ¿Tratas de coquetearme?

Tal vez. O tal vez no... —dijo suspirando—

Ugh... —gruñó cansada—

Amantes [AyanokoujiXHorikita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora