Un amor algo complicado [FugoNara]

Capitolo Uno

—¡¡A que no me atrapas!!—dijo entre risa el infante mientras corría por la pequeña casa.

—¡¡A que sí!!—respondio la joven mujer tratando de atrapar a su pequeño. El niño solo se limitó a soltar una ligera carcajada y siguió corriendo, hasta que en acto de despiste del infante hizo que su madre aprovechará el momento para atraparlo que a decir verdad la mujer estaba algo cansada de tanto correr,—¡¡Te atrapé!!—agarro al pequeño para después cargarlo.—¿y sabes qué significa eso?—el niño solo movió la cabeza de arriba y abajo—pues si el castigo son...¡las cosquillas!

—¡Noo!—solto un pequeño grito con un tono divertido mientras trataba de zafarse del agarré fallando en el intento. La mujer se limitó a soltar una pequeña risita al ver la acción de su hijo, aferró con fuerza al niño para poder tener libre su brazo derecho. Acercarba más su mano al pequeño peli negro.

Antes que la fémina hiciera algo fue interrumpida al escuchar como la puerta se habría con brusquedad, las pisadas fuertes pero torpes se escuchaban por la sala para después tener el sonido de la puerta siendo azotada con fuerza. Los dos miraron a la persona de quién provenían esas pisadas.

La mujer soltó a narancia, él se escondió detrás de ella.

—Hola cariño...—dijo entre dientes la mujer.

—Cariño...*hip*...y que....*hip*....nada....¿donde... *hip*...esta la comida?—reclamó el hombre con una voz enredada y hipianté, claramente está borracho y a duras penas podía mantenerse en pie.

—Me distraje jugando con Narancia...por eso aún no la e hecho...—se puso firme su esposo no la intimidaba, jamás.

—¡¡¿Y que estas esperando?!! ¡ponte a hacer la maldita comida que tengo hambre!—y obtubo un «Sí» de su esposa, al irse a la cocina quedó el hombre y narancia, y este último se le quedó viendo.

—¡¿Tu que...*hip*...ves maldito mocoso?! *hip*—el niño solo negó con la cabeza y se fue a ver a su madre dejando solo al hombre.

Al entra a la pequeña cocina, narancia jalo con suavidad el vestido de su madre haciendo que se volteé, la cara de la mujer paso de infelicidad a una armoniosa y cariñosa.

—¿Quieres ayudar a mami?—El niño asintió—excelente, pero antes que nada—extiendio su brazo a una vieja radio y puso a Aerosmith, Dream On para ser exactos. Los dos se quedaron cocinando mientras Mela cantaba con un inglés algo torpe y narancia tarareaba al ritmo de la música.

Mela con tan solo ver esos ojitos que emanan felicidad e inocencia, esas tiernas mejillas algo cachetonas y coloradas, esos  ojos color amatista, su cabello azabache y pielesita acanelada y delicada. Para Mela su hijo era todo para ella.

Mela siempre trato de darle una  mejor vida a su hijo,  narancia siempre la veía  desvelarse en su trabajo. Siempre trabajo para que su niño tuviera una vida decente y feliz además para que nunca falte un plato en la mesa pero su esposo no se la ponía fácil, para nada fácil

Pero ya narancia ya era feliz a su lado.

Sobre de su padre no se puede decir mucho de él, (o solo a nadie le importa esa sanguijuela chupa alcohol) solo de que el fue el desgraciado que hizo a que llegarán a donde están, se la pasaba afuera de la casa tomando con sus amigos. El nunca vió a narancia como a un hijo y narancia no lo veía como un padre, para el solo era un  desconocido ajeno a su casa.

Al cumplir los cuatro años no pudo asistir a la escuela por problemas económicos, pero su madre no se rindió, estuvo ahorroando el dinero necesario para cuando cumpliera los cinco años pudiera asistir a la escuela. Y cuando cumplió los muy esperados cinco años ¿cual fue la sorpresa? pues su condenado padre “tomo prestados” los ahorros que Mela estuvo juntando todo este tiempo y por eso es que de nuevo se perdió otro año escolar, y eso hizo hervir la sangre a Mela.