Por la tarde, salí a almorzar con Ginny y le conté lo que había sucedido.
- Lo sabía Hermione, no en vano ella lo tenía en un altar, era porque se estaban acostando.
- Nunca lo sospeché, alguna vez sí pensé que estaba enamorada de él por la forma en que se expresaba pero no imaginé que tuvieran un amorío.
- Las relaciones humanas son difíciles Hermione, y los hombres son muy débiles, caen fácil ante el sexo, por eso ahora debes tener mucho más cuidado, veme a mí.
- Y, por cierto, ¿cómo van las cosas con Harry?
- Ya iniciamos los trámites del divorcio, mañana es la primera audiencia.
- Entonces, ¿no hubo arreglo?
- No Hermione, nos hemos dado cuenta que nos casamos sin conocernos, cegados por el fuego de la pasión y aunque ese todavía está presente no es lo único que mantiene viva una relación, algún día se acabara y entonces, ¿qué nos quedara?, somos completamente distintos, no tenemos nada en común, así que no tiene caso seguir juntos.
En eso mi movil sonó, lo tomé y era número restringido, no pude evitar que los latidos de mi corazón se dispararan al adivinar de quien se trataba.
- Hola - respondí de lo más normal.
- Vaya, hasta que me contestas, Hermione, me tenías con el alma en un hilo, ¿sabes dónde estoy? - escuché su voz aterciopelada con un tono de preocupación.
- No tengo la más remota idea, por la hora que es y considerando el cambio de horario, supongo que estarás alistándote para cenar.
- Pues no corazón, estoy en el aeropuerto buscando un boleto para Nueva Jersey, no he sabido nada de ti en todo el fin de semana, no has contestado mis mails y no había podido comunicarme a tu telefono , me tenías sumamente preocupado.
- Draco, no tienes que hacer eso, tuve un fin de semana muy ocupado y tengo mucho trabajo en la oficina, no tienes por qué alarmarte.
- Está bien, entiendo, discúlpame por ser tan aprensivo pero, no sé, tuve un extraño presentimiento el viernes, júrame que estás bien Hermione, por favor.
- Estoy bien, no tienes nada de qué preocuparte... por cierto, ya compré la webcam.
- Esa es mi chica, está bien, me calmaré y me conectaré cuando allá sean las 10 de la noche, ¿ok?
- Pero, Draco, allá serán las tres de la mañana, tienes que dormir.
- No te preocupes por eso, de todas maneras aún no me adapto bien al cambio de horario.
- Sigo pensando que estás loco.
- Claro que lo estoy, pero por ti.
- ¿De verdad?
- ¿Y por qué lo dudas?, si no estuviera loco por ti no te escribiría todos los días ni estaría ahora a punto de regresar a Estados Unidos sólo para asegurarme que estás bien, debes tenerme confianza, corazón.
- Lo sé - respondí con un suspiro.
- ¿En serio estás bien Hermione?
- Sí, anda, ya ve a cenar, no es necesario que vengas.
- Está bien, entonces nos vemos a esa hora, ¿sí?
- Ok, hasta entonces.
- Cuídate mucho corazón, por favor, te mando muchos besos.
- Yo también, adios.
Llegué a casa y cené mientras veía la televisión, no me quise cambiar de ropa porque vería a Draco por la webcam, lo cual me tenía nerviosa. La conecté y verifiqué que sirviera, me tomé una foto y la puse en el messenger. A las diez en punto él se conectó y de inmediato me escribió hola y me mandó la invitación para la video llamada, sonreí y la acepté.
ESTÁS LEYENDO
Mi ardiente tentación (adaptada)
RomanceTres simples reglas a seguir: #1 No nombres. #2 No preguntas personales. #3 No lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido da a Hermione en su primer encuentro, pero ¿Para ambos será igual de simple seguirlas al pie de la letra?