Capítulo 1

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Tres meses después

Tomo un sorbo de mi café mientras camino a la biblioteca y suelto un suspiro intentando entrar en calor. Rodeo con fuerza el vaso de café, tratando de transferir un poco de su calor a mis manos ya cubiertas por mis gruesos guantes. En Connecticut, amaba la Navidad y a su vez, la terrible y gélida nieve que iniciaba en invierno pero por alguna razón, aún cuándo se que la temperatura decrece aun más allá, siento que el invierno es peor y más frío aquí en Seattle. Me pregunto si se debe al amor y calidez que recuerdo tener de mi familia, los chocolates calientes de mamá y las mantas acogedoras de papá. Incluso cuándo tengo de recuerdo una pequeña manta de papá, no es suficiente para soportar el invierno y mucho menos sola...

Me detengo cuando Larissa agarra mi brazo con fuerza y aprieto el agarre en el vaso de mi café mientras ella comienza a arrastrarme en dirección contraria al apartamento. Frunzo el ceño, tratando de detenerla pero ella suelta un pequeño grito al ver su reloj.

—¿Qué haces?—pregunto caminando a tropezones.

—¡Quiero estudiar!—frunzo el ceño zafándome de su agarre y ella se detiene, alzando una ceja impaciente.

—¿Desde cuándo?—ella suelta un bufido y se cruza de brazos molesta, pero tengo razón. Ella nunca quiere estudiar.

—Desde que creo estar reprobando Microbiología—suelto una pequeña risa, observándola con diversión.

—Acabamos de comenzar el semestre, Lari. No podrías estar reprobado, para empezar, ni siquiera hemos tenido las primeras evaluaciones—sonrío aún más al ver el sonrojo en sus mejillas pero frunce el ceño y se cruza de brazos.

—¿Acaso no quieres seguir con tus excelentes calificaciones?—ella no me deja responderle, simplemente vuele a tomar mi brazo para apresurarme hacia la biblioteca. Intento recuperar mi aliento cuándo suelta mi brazo al estar llegando a la biblioteca y hago una mueca al sentir el sudor frío recorrer mi cuerpo. Ella observa los alrededores como si estuviera esperando a alguien pero la ignoro y comienzo a beber mi café acaramelado, ahora helado, gracias a Lari. Mientras estoy terminando de tomar el café, ella sonríe abiertamente al ver algo por la entrada de la biblioteca pero antes de que pueda voltear en su dirección, toma nuevamente mi brazo. La detengo y niego con la cabeza.

—Puedo caminar sola, gracias—le digo malhumorada mientras camino junto a ella y acaricio mi brazo maltratado por sus dedos huesudos. Boto el vaso de café en los basureros de la biblioteca y al entrar, rápidamente encontramos asientos libres en una mesa de estudio. Me siento junto a Lari y alzo una ceja, esperando a que me diga la verdadera razón por la que estamos aquí un sábado por la tarde pero ella simplemente se levanta, alejándose de la mesa un momento solo para regresar con unos cuantos libros. Los deja frente a mi y alzo una ceja confundida. Suelto un suspiro resignada y agarro uno de los libros. Ya que estoy aquí tal vez sí sea buena idea estudiar química, siempre he tenido dificultades con esa asignatura.

—¿Entonces?—pregunta Lari justo cuando estoy iniciando a leer. Ruedo los ojos y volteo a verla.

—¿Entonces, qué?—pregunto entre dientes para que la bibliotecaria no nos escuche.

—¿Entonces que, de qué?—muerdo mi lengua cuando ella me sonríe divertida y ruedo nuevamente los ojos—Relájate, solo quería preguntarte algo.

—Entonces dime. Dispara—digo ojeando el libro en mis manos.

—Antes que nada...¿Por qué dicen "dispara"? ¿Quieres que te mate o...?—al observar mi expresión ella suelta un bufido y se cruza de brazos. Cuánto me recuerda a Ray, son tan similares. Cuando recién la conocí creí que no congeniaríamos bien pero resultamos ser muy buenas amigas. Ahora me vuelve loca cada vez que estamos en nuestro apartamento ya que es un desastre pero lo compensa haciéndome reír, gracias a ella he podido olvidar un poco...mi pasado—Bueno, al punto ¿Has visto al hermoso chico que te vigila en esta biblioteca como un halcón pero nunca se atreve a hablarte?—pregunta emocionada, dirigiendo su vista detrás de mí. Asiento para que continúe y ella sonríe aún más—Su nombre es Keegan Bowman y creo que deberías hablarle.

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