2-CAMINATA NOCTURNA.

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Escríbeme Una Carta [Redux]

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Que me cautivaste, eso.

Cada vez que pienso en mis sueños
y leo lo que alguna vez escribí sobre ellos,
eres tú al que veo.

____ 🌆____

Me doy cuenta de que tengo que encontrar esa pulsera a como de lugar, así que camino todo ese trayecto de nuevo.

Y no encuentro nada. Después de caminar y caminar, se anochece.

Llamada entrante.

—Hola, mamá. —le digo con voz cantarina.

—Emily, ¿Dónde estás? —dice con voz gélida.

Ja, que amable.

—En la calle.

—Como siempre, ¿Se te olvida que tienes casa? Te espero aquí en quince minutos, enviaré al conductor para que te recoja.

—No es necesario...

—No me discutas. Adiós.

Ella cuelga antes de que le conteste algo más.

Si la amabilidad fuera dinero, entonces mamá sería más pobre que los Weasley.

Juan, el conductor, llega diez minutos después y yo me subo en el asiento del copiloto.

—Hola, Emy, ¿Cómo estás?

—Bien, ¿Y tú?

—Ah... no me va mal. Mi esposa me llamó está mañana, ¿Sabes? Dijo que Juli ya dio sus primeros pasos.

—¿Tu hijo? Que bien —digo con una sonrisa y lo miro—. ¿Extrañas a tu país?

—Sí, pero... supongo que estar en París es lo correcto. Mi trabajo está aquí.

Yo lo miro.

—Te entiendo.

También extraño Colombia.

Me despido de Juan y entro a la casa-mansión en la que vivo.

—Hola. —le digo a alguien que está sentada en la sala.

Ella me mira fijamente y luego medio sonríe —Hola.

No la conozco, pero sus ojos verdes me gustan mucho. Son lindos.

—¿Sabes dónde está mi mamá? —le digo y ella mueve su cabeza en señal de que no.

Encuentro a mamá en la otra sala de la casa, hablando con una mujer.

Escríbeme Una CartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora