Trigésimo Quinto

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Marzo 10 - Día 52

Había estado tratando de no enojarme por el hecho de que ya no podía hacer casi nada, solo iba a posponer mis citas y regresaba a casa, me metía en mi cama tan pronto como llegaba. No importaba todas las veces que Neymar me había dicho que el entendía, podía sentirme cada vez más irritada ante esta situación.

Nos enviábamos mensajes de texto constantemente, eran mensajes rápidos y cortos, a veces solo era un 'Estoy bien' y el me respondía lo mismo para asegurarnos de que ambos seguíamos con vida.

Estaba en camino para mi cita de las 11:00 am con cierto niño de 7 años obsesionado con colorear cuando una idea se me vino a la mente. Probablemente era una mala idea pero tenía diez minutos de sobra y por alguna razón sentía algún tipo de buen karma. Eran las 10:53 am, fui a buscar a Neymar a su habitación y lo sacudí para que se despertara, estaba dispuesto a robármelo por un rato para ir a dar un paseo que incluía algunos libros de colorear.

–Vamos Neymar. Neymar. Te voy a secuestrar. – Le susurre en su oído frotando mis dedos en su barbilla. –Amor, Neymar vamos a colorear, ven a colorear conmigo. –

El negó con su cabeza ante mi insistencia y se alejó de mi metiéndose debajo de sus sabanas.

–Da Silva levántate. Tener cáncer terminal en el cerebro no es una excusa para ser perezoso. – Le dije en tono de regaño y jale las sabanas para darle un beso en su mejilla. –Ni siquiera tienes que cambiarte de pantalones, puedes ir así. –

El volvió a jalar la sabana con sus ojos cerrados ante la luz del día. –Dormir. Cáncer. Vencerlo. – Se quejó con unas cuantas palabras sin sentido colocándose en posición fetal.

Me moví en la cama colocándome de rodillas, pase mis dedos por su piel delineando la línea de su cuello bajando por su codo y justo al llegar a su cintura metí mi mano entre su entrepierna aprisionando un poco su miembro. El soltó un gemido y se retorció sentándose de inmediato en el borde de la cama clavándome su mirada penetrante. En ese momento pensé que si sus ojos fueran cuchillos terminaría asesinándome. –Mierda. –

Me acerque a él y le di un beso en sus labios. –Lo siento Ney, mi mano se movía y no me di cuenta que estabas ahí así que me abalance como un gato. – Me baje de la cama, tome la silla de ruedas que estaba en la esquina y la abrí. –Vamos súbete. –

El froto sus ojos y se bajó de la cama, se puso un sweater de color azul marino y sus converse negros. –Debes saber que no dormí bien anoche. – Se sentó y comenzó a hablar mientras lo empujaba afuera por el pasillo, tenía una mirada severa en su rostro. –Porque veras algunos pacientes tenemos dolores de cabeza que nos debilitan haciéndonos quedar despiertos hasta las 7am y cierta idiota viene a despertarnos a las 11 am. – Se acomodó en la silla y volteo su rostro para mirarme. –Y esa idiota eres tu. –

Sonreí al escuchar la insolencia en sus palabras, estaba positivo, tenía en mente que cambiaría de actitud cuando le mostrara las crayolas y si no era así almenas pasaría un tiempo agradable con él.

–Ni siquiera estas emocionado por pasar tiempo conmigo. Estoy ofendida. –

Doblamos por el pasillo para ir por donde estaba mi oficina, era un espacio que no ocupaba muy seguido. –Me gusta pasar tiempo contigo, me gusta tanto como dormir. –

–¿Oh y dormir te satisface sexualmente y te lleva a comer muffins?. – Le pregunte jalando suavemente la punta de su gorro gris.

El acomodo su gorro de nuevo. –No, pero dormir no es molestosa y demasiado entusiasta a las 11 am. –

Me reí y detuve la silla de ruedas para ayudarlo a bajar de ella. –Eres el mejor Neymar. –

El sonrió relucientemente y me abrazo rápidamente. –Yo también te amo _____. –

Catch Me, I'm Falling {Neymar Jr} © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora