FIRE (BILL WEASLEY)

008

La llegada a Rowle Manor de Rebbeckah, Adhara y Adeline había dado lugar a una pequeña reunión en el lugar, April y Deneb, los miembros más pequeños de la familia estaban completamente emocionados, la pequeña rubia se encontraba prácticamente saltando de un lugar a otro de alegría siendo seguida por el último Black. A pesar de que su padre había hecho todo lo posible para que no se sintiera sola como jugar más seguido con ella, llevarla a casa de sus abuelas, a la madriguera en algunas ocasiones, era casi imposible que no extrañara a sus hermanas mayores.

Maddison apenas las vió corrió hacia ellas atrapandolas en un fuerte abrazo y cabe decir que también derramó algunas lágrimas, Alhelí se acercó a ellas con una enorme sonrisa en el rostro y una mirada dulce. Sebastián tenía una sonrisa y soltó un gran suspiro cuando sus nietas se acercaron a abrazarlo, como si lo estuviera esperando hace mucho tiempo. Elizabeth acarició sus rostros y depósito un beso en la frente de cada una mientras agarraba suavemente su nariz.

—Todos queríamos ir a recogerlas, pero no se pudo para no levantar sospechas en los Muggles —relató Maddison.

—¿Qué tal el primer año? —preguntó Nana Li.

—¡Fue completamente asombroso! —dijo emocionada Adhara —Menos por los muchos deberes, de resto, todo bien.

—Fueron demasiados pasillos para mí, me perdí junto con Adeline el segundo día —contó Rebbeckah.

—Definitivamente fue mucho mejor de lo que me había llegado a imaginar —habló finalmente Adeline —conocí a varias personas, muy agradables.

—No siempre fueron tan agradables —mencionó Adhara recordando a Emily y a Odella —pero nada que no se pudiera controlar de forma pacífica.

—Abalanzarse sobre alguien no es una forma pacífica de arreglar un problema —dijo Rebbeckah mirándola con desaprobación.

—¡¿Golpeaste a Alguien?!

La voz de los adultos presentes retumbó por todo el lugar, tenían los ojos bien abiertos al igual que sus bocas, por unos segundos se formó un silencio bastante incómodo, que fue roto por la sonora carcajada de Sebastián.

—¿Le dolió? —preguntó Sebastián retorciéndose de la risa.

—Se necesitaron tres personas para quitarme de encima de ella —explicó Adhara.

Otro sonido llenó el lugar, Benjamín intentaba ocultar su risa del ojo de las mujeres.

—¿De qué año era? —preguntó Grace.

—De séptimo —respondieron las tres recién llegadas.

—¡¿Séptimo?! —Gritaron todos.

Las carcajadas de Sebastián y Benjamín volvieron a llenar el lugar.

—No deberían de alentarla —les regañó Maddison —No estuvo bien lo que hizo.

—En realidad, se lo merecía —intervino Beck.

Después de que la familia escuchara el relato de lo sucedido aquella vez con Emily Tyler, aunque las mayores no admitieron que si se lo había buscado en el fondo eran conscientes de que si había sido así.

Para la cena, la matriarca de la familia Rowle había preparado una gran cantidad de sus famosas y deliciosas galletas, Alhelí y Grace habían horneado un pastel de calabaza y Elizabeth había hecho una pasta increíble.

A lo largo de las horas, escuchaban con atención los relatos de las tres jóvenes brujas, cosa que había ocasionado risas y dado lugar a recomendaciones de parte de los adultos.
Cuando la cena, terminó, la familia había acordado repartir el tiempo con las niñas mientras April y Deneb llevaban a las mayores al jardín para jugar un buen rato. La Rowle más pequeña las había inundado con preguntas acerca de Hogwarts y en ese momento las tres repartieron a los más pequeños de los dulces que habían comprado en el tren.
Deneb estaba fascinado con las grageas, su madre nunca le había comprado alguna porque les tenía repulsión total y April estaba encantada con las empanadas de calabaza que hacía tiempo no probaba.