¡No soy plano!// KookGi

1-| Yoon Gi

Un pequeño y blanquesino chico de cabello castaño iba saltando in gay felizmente por la asera hacía la casa de Hoseok.
Debía hacer tarea, y su séquito de idiotas la harían, allá, porque la mamá de Hoseok hace deliciosos bizcochuelos, no tan deliciosos como la mamá de la autora, pero se conformaban.
Así que siguió meramente felíz pensando en que se puede topar con Jungkook, porque todo es posible.

Miro a su izquierda y leyó un letrero que decía: "Se regalan galletas de chocomenta con una photocard de Jk y un álbum de TXT."
Miro a todos lados y sin pensar que esto podría ser una trampa de que probablemente lo rapten y vendan sus órganos a latinoamérica, porque el ya estaba en Corea del Sur obviamente.

Yoon Gi fue caminando a esa casa toda fea olor a popo de gato, mientras que por detrás estaba Tae siguiéndolo, pero a lo lejos vio ojos brillantes y luego esa misma persona lo derribo, quedando en un coma y punto final, ahre.

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Yoon Gi llego a esa especie de sala, oscura, busco el interruptor, pero casi de electrocuta porque al parecer los dueños eran tan tacaños que ni quisieron gastar en interruptores o enchufes, ay esta gente que si sabe ahorrar pero no gastar en cosas de Kpop, que desperdicio.

Pero Yoon Gi noto que había una fotografía de SU Jungkook, de su bomboncito todo rico mostrado abs, lo cual le hizo recuerdo que esa no tenía en su colección, vaya que su secuestrador conocía de su tesoro, así que rápidamente saco la navaja que Jimin le regaló y sin entender como, el quedo inconsciente.

Yoon Gi despertó en un estudio de grabación, muy lujoso, lleno de luces, interruptores, gatos, gente, cámaras, drogas, comida, gente secuestrada, detalles y más cosas que hacían este programa el mejor de Televisa.

— Aun que ya muchos sabían quien sería nuestro invitado especial, aquí les presto a... — Sonrió dulcemente una mujer, y en el fondo se escucha un redoble de tambores. Una luz se posa sobre el invitado.— Min Yoon Gi, alias el brgas, el que se culio por su crush hasta los huesos. Un gran aplauso al invitado.

Yoon Gi dio su sonrisa de modelo de miss universo mientras saca su mano de las cuerdas que las ataban y la movió saludando al público. — Gracias, gracias querido público.— y se acomodo nuevamente su mano en la cuerda que lo ataba.

— Tal vez te preguntes, ¿Por qué estas aquí? Y bueno la respuesta es simple para hacerte unas pregunt- — La señorita de el programa fue cortada por Yoon Gi.

— Porque al fin Jungkook me pedirá matrimonio en televisión, y me darán ese álbum de TXT, joder ando esperando este momento por años, así que sea rápido, quiero mi luna de miel ya. — Hablo animadamente Yoon Gi, tanto que enterneció al público al verlo como sus ojitos brillaban y hablaba como una colegiala enamorada, y caliente como gata.

— Ay cosita fea... No, eso... Son puros sueños, y creo que nisiquiera estará en el final. — Nego apenada la señorita que debía hacer la entrevista al invitado, y matar ilusiones era uno de sus trabajos. — Te raptamos para hacer la entrevista, con las preguntas de los lectores de esta historia, dónde muestran tu forma tan... ¿Única? De enamorar a un bato que nisiquiera te pela y solo te quiere destruir. — dijo con obviedad lo que era más que claro.

Yoon Gi suspiro, rendido con su vida. — Entrele con las preguntas, que esta sangre seca en mi cabeza ya molesta. — Hablo, y dió a conocer su situación, ya que para raptarlo para el programa tuvieron que golpearlo bien duro la cabeza, porque sabíamos que si le poníamos en un costal llamaría a sus amigos gatunos y realmente no necesitábamos más líos, así que le dimos duro en la cabeza como Killing stalking, con un bate, sisi.