7-| NamJoon

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NamJoon esta corriendo más rápido que tu tía recogiendo la ropa en medio de la lluvia.
Era obvio que llegaría a su casa, porque ahí se estaba dando el funeral de su hamster, como había dicho su padre.

NamJoon toco la puerta de su casa, intentando recuperar el aliento, sentía su cuerpo caliente por tanto ejercicio que había echo.

La puerta fue abierta, mostrando el rostro de ese alto, con un cuerpo bien formado y con un aura de madurez.
El padre de NamJoon examinó a su hijo, sin comprender que hacía ahí, porque sabía que su hijo había salido con su pareja, así que por eso había aprovechado de invitar a una amiga de los cursos de cocina.

— No creas que no te quiero aquí, pero... —El señor miro hacía adentro cuando escucho caer un utensilio de cocina— hmmm... ¿Qué haces aquí hijo?— Pregunto intentando sentirse tranquilo y creer que NamJoon no había escuchado nada.

—Oh, no pensé que el fantasma de mi cuarto ataque la cocina también, me lo debi imaginar, son fantasmas— había hablado NamJoon con mucha tranquilidad, mientras que su padre lo miro asustado e incrédulo.— Vine porque me llamaste diciéndo que mi hamster había fallecido.— Hablo nuevamente, esta vez con sus ojos tristes, casi llegando a salir lágrimas.

El señor Kim asustado de los que dijo su hijo, se puso a pensar en los momentos que había tenido con ese hamster, los días en que lo sacaba a la calle con la correa de hamster y el juego favorito de ese hamster que siempre jugaban en las tardes. Pero duro muy poco au melancólia, porque ellos no tenían un hamster, ellos tenían un perro, uno gigante, imposible de confundir con un hámster.

El padre de NamJoon le explicó eso a su único hijo, diciéndole que dejara de ser tan mamón y de pasar su número a las personas por tiktok, ya que eso significaría tenerlo que cuidar 24/7, pero lamentablemente el señor Kim no podía, debía trabajar y ganar dinero para mantener su casa, y comprar un mini banco para guardar ahí su dinero, si, un adulto independiente con gustos bien dementes.

NamJoon había recordado que apenas y tiene perro, así que alegre se fue de nuevo con Jin, esta vez sí correr.

Lo llamo varias veces, pero no contestaba, así que llego a la conclusión de que Jin se había enojado con él.

NamJoon compro los chocolates favoritos de Jin, sabía que era dificil de disculparse con él, pero NamJoon amaba lo difícil y más a Jin, porque para el Jin era su mundo, su completa galaxia.

NamJoon había ido hasta la heladería que habían quedado en ir. Algo confundido de como se veía todo, ingreso a la casa, pensaba que tendría que preguntar a alguien sobre la dirección correcta, ya que el creía que se había equivocado.

NamJoon apenas y se dio la vuelta al escuchar la puerta ser cerrada con fuerza, ya se había desmayado por el golpe de un bate.













🌵🪐🐾











NamJoon había despertado de golpe, literalmente se levanta con la velocidad de la luz, vio todo borroso.
Lo borroso lentamente se volvió en cámaras, gente, perdonas que son parte del staff de el programa de preguntas y las señorita que era la que haría las preguntas.

La señorita sonrió alegré hacía el invitado el cuál estaba siendo señalado por los reflectores, ella alegremente lo señaló.

Era NamJoonista fiel, así que empezo a hablar.

—Querida familia de frutillitas gays y no gays, aquí nuestro hermoso invitado, un dios entré los dioses, un rey de reyes, hombre sabio y perfecto, aquí Kim NamJoon, alias el esposo de Jin.— sonrió alegre la entrevistadora, y NamJoon algo asustado miro la cámara, espetando a que alguien lo salve.

¡No soy plano!// KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora