Extra 1.

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Tiempo después.

Jungkook suspiró nervioso y se paseó por el jardín de la casa de Jimin sin entrar aún.

El saco le quedaba bien pero en ese momento lo sentía ajustado ¿Seguro que le quedaba bien?. Sí, le quedaba, solo se debía a que estaba tenso y emocionado, una mezcla de sensaciones que le estaban jugando mal. Era la tercera vez que se sentía nervioso respecto a Jimin. Pero, ¿Como no estarlo?

Si cada vez que lo miraba se sentía como la primera vez de todo.

Sacudiendo la cabeza suspiró una vez más, en ese momento pensó ¿Debería simplemente pasar o tocar la puerta? Dios por lo general el simplemente ingresaba, pues era como su segunda casa, eso era un hecho.

Pero quería que fuese romántico, pero no quería que lo mirasen raro. Aaggh.

Mientras Jungkook se pasaba las manos por la cara con frustración (pues no podía pasarlas por su pelo, Se demoró mucho tiempo arreglándolo) Jimin y su madre se reían en silencio viéndolo por la ventana quejarse y pasearse de un lado a otro con nerviosismo. El corazón de Jimin pálpito y se llenó de ternura. ¿Como es que ese hombre de metro ochenta y condenadamente guapo estaba así por él?.

Mordiéndose el labio Jimin observó cuando Jungkook abrió el saco aparentemente tratando de adquirir aire fresco. Sus ojos se pasearon por la camisa rodeando su fornido cuerpo, le apretaba pero no al extremo. Simplemente hacia resaltar su ejercitado cuerpo como sus pectorales en ese momento...y sus bíceps. Tragando saliva paseó sus ojos bajando donde se notaban levemente los abdominales hasta su formada cintura apretada y envuelta con un cinturón de cuero. El pantalón moldeaba a la perfección su trasero y dios...sus muslos fuertes y fibrosos.

-Estás babeando~-canturreó divertida su madre apartándose de la ventana y yendo hacia la cocina donde prepraba un pie de limón.

Jimin se sobresaltó y sonrojado negó con la cabeza apartándose de la ventana. Riéndose levemente aliso su traje y carraspeó despacio acercándose a la puerta.

-¿Piensas entrar o qué?-dijo Jimin con una sonrisa burlona en su rostro una vez abrió la puerta.

Jungkook en ese instante se quedó congelado al ver a su mochi frente a el. ¿¡Lo había estado mirando todos esos minutos!?

No.

Ya tendría tiempo para pensar en aquello.

Jungkook se quedó mudo y balbuceó algo que ni el mismo se entendió. Pero poco le importo mientras sus ojos eran bendecidos con la imagen de Jimin enfundado en un traje casi tan blanco como lo era su lechosa piel. Sus ojitos brillantes y su sonrisa con esos labios rojizos, su cintura definida que acaparaba con sus dos manos y esos muslos gorditos y fuertes. Joder no quería ni imaginar lo delicioso que se vería su trasero apretado por la tela. ¿Como era posible que tal belleza lo quisiese a él? Jimin era todo, todo en uno. Era perfecto, lucía delicado y a la vez sofisticado como nadie.

Hasta un modelo tendría envidia de él y su angelical rostro. Ni qué decir de sus labios.

Dios.

Estaba tan enamorado.

Era precioso. Jimin era precioso.

-¿Jungkook?

Jungkook exhaló mirando a los ojos a Jimin. Negó con la cabeza con una sonrisa incrédula pintada en el rostro antes de avanzar y tirar por la cintura a su pequeño rubiesito para comerle la boca como se debía. Jimin jadeó sorprendido antes de que su boca fuese tomada con rudeza por la de Jungkook.

-Um, ugh-gimió Jimin, al sentir la lengua de Jungkook entrar a su boca.

Oh dios, no podía creer que se estuviesen comiendo frente a la puerta abierta de su casa en medio de la noche sabiendo que los vecinos tenían la preciosa característica de ser chismosos.

▪︎Friends▪︎ [Kookmin] 🐣🐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora