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Dos días después

Cuando Jimin pudo porfin despertar luego de dos días lo primero que sintió fue la sensación de que estaba viendo el mundo por primera vez mientras parpadeaba su visión antes la luz blanca de la habitación.

Lo segundo que sintió fue el insoportable dolor en todo su cuerpo lo que le hizo espabilarse confundido y con miedo causando que se agitase mientras su cabeza se llenaba de preguntas. No entendía nada. Sin embargo no pudo pensar más cuando gimió de dolor por su costado y sus ojos se cristalizaron.

Intentando inspirar hondo y mas calmado notó el punzante dolor que le cristalizó los ojos.

No era capaz de incorporarse. No era capaz de respirar correctamente. Incluso respirar pausado le dolía como el infierno.

Las lágrimas rodaron por sus ojos al sentirse abrumado, notando ahora el inicio de un punzante dolor en el costado de su cabeza sin embargo, solo lo ignoró y acostado sin poder moverse bien Jimin ojeó el lugar.

Un hospital.

Intentando no agobiarse bajó la mirada hasta su brazo pinchado con agujas.

Pero que...?

Entonces, recordó todo.

Sus ojos se aguaron.

Y se quedó mirando un punto fijo en la pared mientras caía en cuenta de la realidad. Mientras todo pasaba por su cabeza como si fuese una película, como si fuese ficticio.

Y Jimin se hundió en un abismo donde sentió que todo era demasiado como para soportar.

Su corazón ya roto, se había quebrado por completo aquel día.

Deseó no haber despertado.

Pero se tragó el llanto forzadamente, sabiendo que solo lograría hacerse daño ante el esfuerzo. Sus costillas dolían como el infierno y cada respiración que tomaba se sentía como un golpe directo ahí. Ahora todo parecía requerir mayor esfuerzo. Ahora todo parecía imposible para el.

No pudo distraerse mas en sus lamentos cuando escuchó la puerta.

Llevando su mirada allí Jimin observó a un doctor alto que al ingresar abrió los ojos con sorpresa al verle despierto.

-Despertaste, muchacho. Ayer apenas abriste los ojos te dormiste de nuevo-sonrió y avanzó, dejando ver a dos personas tras el que se levantaron la mirada veloz.

Jimin miró a los ojos de su madre cuando esta le buscó, soltando un jadeo ahogado antes de apresurarse a la camilla tomándole de la mano mientras lloraba feliz de verle consciente.

-¿Como estás? ¿Duele mucho? ¿Tienes frío?-le atacó con preguntas mientras sorbía por la nariz y llevaba su mano para acariciarle el cabello y las mejillas.

Formando una tenue sonrisa de labios cerrados Jimin respondió.

-Sí, no te preocupes.-su voz sonó ronca y desgastada.

Su madre estaba bien. Bien, eso era rodo lo que importaba.

Desviando la mirada ahora Jimin la centró en la tercera persona en esa habitación.

Taehyung.

-Hey, Minnie...-le sonrió con los ojos cristalizados.

-TaeTae-sonrió un poco más, parpadeando cansado.

Y por su menté pasó jungkook fugazmente, pero se encontró demasiado agotado como para pensar en él en ese momento.

Entonces el doctor llamó su atención y agotado la sonrisa en su rostro desapareció mientras éste comenzaba a hacerle preguntas, también de paso contándole lo que tenía y como sería su tratamiento para luego despedirse amablemente.

Genial.

Estaría casi dos meses ahí, si es que no más.

Para cuando el doctor se fue, Taehyung se sentó en una de las dos sillas disponibles junto a la camilla.

-No sé que decirte. No quiero sobrecargarte emocionalmente.-Tae le miró con pena tomando con cuidado su mano con una intravenosa clavada ahí.

Jimin suspitó levemente, su cabeza ladeada en la almohada mientras observava en silencio a las dos personas frente a él, su madre le miraba con culpabilidad.

Su corazón punzó.

-Gracias.-musitó lento y sincero a Taehyung.

Los ojos de éste se clavaron en los de él y le sonrió, transmitiéndole confort a través de su mirada.

Pasando su mirada hacia la de su madre ésta bajó la cabeza estrujando sus manos.

-Mamá, mírame...-pidió con voz débil.

Hablar dolía, respirar dolía, incluso parpadear dolía.

Pero ver a su madre así dolía más.

Ella le hizo caso, mostrándole una mirada cargada en dolor y culpabilidad que le encogió el corazón.

-Fue mi decisión, ¿si?

El labio inferior de la mujer tembló.

-L-lo siento...-dijo, cubriendose la boca cuando comenzó a llorar frente a él.

Jimin apretó los labios desviando la mirada hacia el techo con los ojos aguados pero incapaz de soltar las lágrimas.

El se sacrificaría una y otra vez por su mamá.

Aunque eso significara quebrarse por dentro y que le arrebatasen su espíritu.


NOTA

Hey lindas.

No saben el día que tuve hoy, estoy cansadisima pero aún así me inspire y actualicé.

Espero que hayan tenido un buen día, cuidense mucho♡

Denle amor♡

▪︎Friends▪︎ [Kookmin] 🐣🐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora