IX

5 0 0
                                    

Pov Jimin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Jimin.

No quería escuchar los gemidos de Jungkook por toda la casa así que salí a las afueras de la ciudad para dispersarme un poco de las cosas y pensar con claridad.

Hace algunos días conocí a un chico en la ciudad que no había visto antes, lo cual me llamo mucho la atención, estuvimos hablando mucho y resulta que tiene 21 años, osea que es "un año mayor" que yo.

De repente siento un ruido algo extraño y sigo el sonido, al llegar algo horrible presenciaron mis ojos, había un chico matando un ciervo a sangre fría, yo estaba petrificado, no sabia que hacer, hasta que el chico me miro a los ojos.

Era un demonio... haber, ¿que dijo Jin de los demonios? emm... diablos, no me acuerdo.

El chico se paro de donde estaba y yo retrocedí unos pasos, ¿qué hago? ¿corro? ¿salto? ¿grito?

—Pero miren... un lindo postre —me sonrió y por todo mi cuerpo pasó un escalofrío que me hizo jadear por el miedo.

—¿Q-quien eres? —pregunté titubeando.

—Y a ti que te importa vampirito —dijo con una sonrisa macabra pintada en su rostro -voy devorarte ahora mismo —dijo de pronto detrás de mi y me asusté tanto que mi mente me decía que corra, pero mis piernas no se movían ni un centímetro.

En vez de eso me di la media vuelta y lo miré directamente a los ojos, me miró perplejo.

—¿Porqué no sales corriendo? —pregunta él confundido.

—¿Y porqué debería? —le contesté.

—Porque podría matarte aquí y ahora —dijo caminando a mi peligrosamente mientras yo retrocedía hasta chocar contra un árbol que me prohibió el seguir avanzado hacia atras.

—P-pero... aún no lo has hecho...—respondí con miedo mirando sus ojos rojos.

—Eso es porque me has estado dando charla —dijo obvio y reí un poco haciendo que él frunza en ceño— ¿de que te ríes niñato? —preguntó enojado e inmediatamente me asusté de nuevo.

—Ah.. y-yo...—respondí realmente asustado.

—Esta charla me está molestando de más, vamos a ver que tan sabroso eres pequeña presa —dijo relamiendose los labios y enseguida sentí sus colmillos perforar mi piel.

—Agh.. —jadeé por tal acción, y descuiden, no me está marcando ya que los demonios no marcan a sus parejas así, sino que les hacen el amor y la pareja prácticamente se impregna del olor del demonio advirtiéndole a los demás que ya tienes dueño.

Mis manos se apretaron a su camisa toda manchada de sangre del ciervo, mis ojos se aguaron, podía sentir como mi sangre siendo arrebatada por él, ya comenzaba a sentirme cansado y pesado. Fui cayendo de a poco apoyado en el árbol.

Híbrido I [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora