Ellos son reales... [Cancelada/En Pausa]

Capitulo 4 : No te fíes del chico nuevo... [Otro punto de vista]

// Este capítulo va a tratar básicamente del punto de vista  de Kelly y Ben //

Un frío viento y una molesta sensación interrumpió el profundo sueño de la pelimorada, que abrió los ojos perezosamente, para encontrarse a poquísima distancia los negros y rojos de aquel rubio.

Rebotó en su cama, volando instintibamente hacia atrás, chocando su espalda contra la pared.

- O-Ouch... - se incorporó, quedando sentada en la cama, y frotó su espalda, con gesto molesto.

- ¡Buenos días Kelly! -dijo burlón el chico.

Ella chasqueó sus lengua y suspiró, mirándolo molesta.

- Buenos serán para ti... a mi me duele horrores la espalda... -dijo suspirando y tomando su móvil, miró la fecha, lunes, y posteriormente echó un vistazo a la hora, 6:45.

Luego la chica bostezó, para sentarse en el borde de su cama, con los parpados a medio cerrar.

- ¿Tanto sueño tienes? -preguntó curioso el rubio.

<< Ni siquiera he podido robarte un gramo de energía aún...>> Pensó molesto el chico.

- Es molesto tener que despertar tan temprano - dijo estirándose la chica, antes de levantarse perezosamente y dirigirse a su armario.

El chico de ojos rojos la siguió con la mirada.

- ¿No te vas a duchar?

- Claro que sí - dijo tranquila la pelimorada.

- ¿Y para que coger ropa? -dijo alzando una ceja el chico que se había puesto a mirar en los cajones de la mesita de noche de la chica.

La chica se sonrojó de pies a cabeza al ver al chico sacar una de sus bragas de la mesita, se tiró de lleno encima de él, tomando la prenda y cerrando el cajón con gran estruendo.

- ¡¿Q-Q-Q-Q-QUÉ HACES?!  -gritó exasperada la chica, tumbada en el regazo del rubio, mirándole con los ojos llorosos a causa de la frustración.

Mientras tanto el chico reía como desquiciado, sin poder aguantarse la risa.

- Idiota - la pelimorada se levantó y tomó la ropa, para entrar rápidamente al baño azotando la puerta.

Se duchó en tiempo récord, incluso haciéndose daño al frotar su piel.

- ¡Tks...! -dio un suspiro y siguió su ducha.

Salió de un salto y estrujó su largo pelo morado, se colocó su ropa interior, recordando aquél momento vergonzoso, consiguiendo que sus mejillas tomaran un notable color rojo, tan solo al recordarlo. Unos pantalones no muy cortos negro remangados, una camiseta negra y una chaqueta verde pistacho, medio abierta y remangada. 

Descalza salió del baño encaminándose hacia su habitación, miró a todos lados, pero el rubio no parecía estar allí. Dio un suspiro, desanimada, y se encaminó hacia su mesita para, esta vez, sacar unos calcetines cortos y negros, se los puso y encima colocó unos botines negros.

De nuevo se encaminó al baño, y acercándose al espejo peinó su pelo, y tras probar varios peinados terminó decidiéndose por dejar dos coletas altas.

Sonrió a su reflejo y fue hacia la cocina, eran las siete y Anyss no tardaría en llegar, revisó en los armarios, y sacó una caja de galletas de chocolate, pero antes de poder tomarla, una mano se le adelantó.

La chica miró hacia su costado, para encontrarse en rostro del chico a escasos centímetros del suyo, se asustó, y sus mejillas tomaron un color carmesí.