Zenitsu casi nunca había sentido lo que era el amor de verdad, así que ante cualquier muestra, la más pequeña que fuera, se aferraba como una garrapata por más.
Aunque siempre la gente lo apartaba, cansados de lo muy intenso que pudiera ser, cansados de sus lloriqueos y de su actitud dramática.
Porque no importará lo muy amables que ellos actuarán con él al principio, tarde o temprano se aburren de su persona, todos siempre lo hacen. Y a pesar que él lo sepa, sigue intentando engañarse así mismo que la próxima persona será diferente, que lo apreciará, que no lo dejará solo.
Hasta que conoció a Jigoro Kuwajima, el ex Pilar del Trueno, su maestro, y también su querido abuelito. Ese viejo que lo obliga hacer entrenamientos dolorosos, ese viejo que lo acogió cuando nadie lo apoyo en su deuda, ese viejo que lo ánima a ser mejor, ese viejo que no pierde las esperanzas en él cuando es un inútil, ese viejo por el cual hasta daría su vida.
La primera y única persona que de verdad lo aprecia sin importar cuanto esté se quejé, en verdad, una persona al cual admira y ama con todo su corazón.
¡No podía pedir más! Bueno, excepto que una chica lo amará, y que Kaigaku, su "hermano" dejará de ser tan cruel con él. Aún no entendía porque Kaigaku lo odia cuando ni siquiera le hizo nada.
Bueno, dejando eso de lado, su vida desde hay mejoró (ignorando los entrenamientos, las peleas con su hermano, y los rechazos de las chicas), fue una vida complicada, pero ahora tenía el reconfortante calor en su pecho al saber que no estará solo, no mientras este el abuelo.
Y su cerebro, tan acostumbrado al rechazó, no pudo evitar hacerlo pensar que algún día, su abuelo también lo dejaría, porque ese siempre iba hacer su destino, un inútil no merece recibir afecto.
O eso siempre le decía Kaigaku.
Por eso, ahora, acostado en una cama acurrucado con Tanjiro y Inosuke, sus lágrimas salen, no creyendo que estás personas, sus mejores amigos más preciados lograrán quererlo de la misma manera que él.
No sabía como, pero de pronto, comenzó a sentir un cariño más haya de lo fraternal con sus amigos, comenzó a mirarlos con otros ojos, haciendo que se asusté, negándolo por un tiempo, hasta que se cansó y admitió su amor derrotado.
¿Y cómo no armarlos? Inosuke podría ser una bestia, un cerdo en todo sentido, pero nadie negaría lo tierno y gentil (lo más cercano a eso) que a veces pudiera actuar, especialmente con él y Tanjiro, su manada.
Y Tanjiro ... ¿Quién sería tan estúpido para no amarlo? Ese hombre se merece el cielo, es un ángel caído que vino a la tierra a dar amor, de eso estaba seguro. Además, Tanjiro estuvo hay en sus ataques de ansiedad y pánico, apoyándolo hasta que se calmará.
Fue todo un problema, se sonrojaba a las demostraciones de cariño de Kamado y Hashibira, haciendo que su corazón hambriento por amor, se acelerará y amará aún más a esos dos idiotas.
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¿Me quieren?
FanfictionPor eso, ahora, acostado en una cama acurrucado con Tanjiro y Inosuke, sus lágrimas salen, no creyendo que estás personas, sus mejores amigos más preciados lograrán quererlo de la misma manera que él. ❥ Los personajes no me pertenecen, créditos a Ko...