ғOʀᴇVER ➙ JᴀᴇSᴀʜɪ (Traducción)

II

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De vuelta en el café, Jaehyuk cambió de turno con su compañero de trabajo, Jeongwoo, para que tomara un poco de aire. Sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a marcar. Después de tres timbres, alguien respondió. ––Jihoon-hyung.

––¿Jaehyuk? ¿Qué pasa? ¿Hay una emergencia en el café? ––Pregunta el mayor. Jaehyuk nunca lo llamaba tan tarde, excepto si algo pasaba en el café, era suyo después de todo.

––No hyung. ––Él pauso. ––Pero finalmente lo vi. ––Continúa, con una mano masajeando su sien. ––Finalmente vi a Asahi.

––¡¿Qué?! ¡¿Dónde?! ––Preguntó exaltado Jihoon.

––Estaba en el café, pero algo andaba mal. ––Dijo, la decepción en su voz era evidente. ––Él no se acuerda de mí.

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Flashback hace dos años...

––¿Está todo preparado ahora hyung? ––Preguntó Jaehyuk. Volvió a abrir la cámara de su teléfono para comprobar si se veía bien. Mira la hora. Son las 8 de la mañana. ––Estupendo. Todavía tengo una hora para asegurarme de que todo esté listo.

––Todo está arreglado. Pero tú... ––Jihoon hizo una pausa y sostuvo los hombros de Jaehyuk. ––Necesitas calmarte. Me has estado haciendo esa pregunta durante media hora. ––Continúa mientras acaricia la cabeza de su amigo. Ha estado ahí para Jaehyuk siempre que se trata de Asahi, apoyándolo y ayudándolo de la mejor manera posible. Fue uno de los testigos de cómo la amistad de Jaehyuk y Asahi se convirtió en amor.

––¿Crees que realmente va a volver? ––Preguntó Jaehyuk. Asahi regresó a Japón para celebrar la festividad con su familia. Pero su estadía se extendió porque le tomó un mes persuadir a su familia para que le permitiera continuar su último año en la universidad en Corea.

––Bueno, te envió un mensaje, ¿no?

––Sí, pero no dijo que su familia estaba de acuerdo. Sólo dijo que volvería. ––Jaehyuk estaba preocupado. Por mucho que quisiera que Asahi volviera a él, no quería que Asahi desobedeciera a sus padres.

––Solo confía en él, está bien. ––Dijo Jihoon mientras entraba al café para comprobar que todo estaba en su lugar perfecto.

Jaehyuk se sentó un rato mirando el ramo de flores que le iba a regalar a su novio. Hoy regresaba a Corea. Quería sorprender a Asahi. Quería celebrar su primer aniversario juntos en el mismo lugar donde se conocieron y donde su relación se hizo oficial. En el café propiedad de Jihoon, Café junto a las Flores.

Todavía está fresco en los recuerdos de Jaehyuk mientras mira la silla donde se sentó hace dos años. Lo esperó. Esperó a que Asahi regresara con él. Pero nunca vino. La lluvia cayó sobre él ese día. Las flores se marchitaron por ella. Jihoon estaba tratando de llevarlo a su asiento, pero se quedó allí, sentado.

4 p.m.

––Jaehyuk, vamos, vamos adentro. Todavía podemos esperarlo allí. Todavía es temprano, tal vez su vuelo se haya retrasado. Veamos si te envió un mensaje. ––Dijo Jihoon, tratando de pensar positivamente. Saca el teléfono de Jaehyuk de sus manos húmedas y frías. Abrió el teléfono de Jaehyuk y vio que había estado tratando de llamar y mensajear a Asahi durante cuatro horas, pero nadie respondió.

––Jaehyuk, por favor, entremos. Podrías enfermarte. ––Dijo Jihoon mientras instruía a sus trabajadores para que trajeran a Jaehyuk.

Los días siguientes fueron los más duros. Jaehyuk se saltó la escuela y su trabajo en el café solo para ir a lugares donde Asahi podría estar. Pero él no estaba allí. Estuvo fuera de si durante meses hasta que Jihoon decidió que estaba harto de que Jaehyuk luciera un poco como sin vida, y lo arrastró de regreso al trabajo. Todavía puede recordar las palabras de Jihoon. ––Si quieres que Asahi vuelva, haz todo lo que puedas. Pero primero debes arreglarte tú mismo. Una vez que te recuperes y finalmente encuentres el coraje para luchar por él, entonces dímelo. Te llevaré a Japón de inmediato.

Ahora que finalmente vio a Asahi. Necesita saber qué le pasó a él, a ellos. Necesita hablar con Asahi. Para llevarlo de regreso. Para recuperar su amor.

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Yedam y Asahi permanecieron en silencio durante el viaje en autobús hasta que salieron. Asahi fue el primero que rompió el silencio. ––Yedam. ––Lo llamó mientras caminaba con él, de nuevo, de la mano.

Yedam solo le respondió con una leve sonrisa. Tiene miedo de lo que diría Asahi. Por favor, no en mi cumpleaños.

Asahi le devolvió la sonrisa. ––¿Te divertiste hoy? ––Preguntó mientras aplastaba la mano de Yedam. Todavía está confundido y curioso por las cosas que sucedieron en el café. Pero no quería arruinar el cumpleaños de su novio. Además, para él, Yedam es lo más importante.

Yedam sonrió, esta vez de verdad mientras balanceaba sus manos entrelazadas. Se volvió hablador de nuevo cuando le dijo a Asahi cuál era su paseo favorito, cómo pensaba comprar helado o algodón de azúcar, pero decidió no hacerlo porque Asahi podría molestarlo. También le dijo lo emocionado que estaba de ir a Japón con él, lo que le recordó las cosas desempaquetadas en su condominio compartido.

––¡El último en regresar al apartamento empa todas las cosas él solo mañana! ––Yedam gritó emocionado mientras se alejaba de Asahi. El otro se quedó estupefacto, pero luego comenzó a correr con él.

––Corre hacia nuestra casa, el primero que llegue tiene la oportunidad de que el otro le conceda su deseo. ¿Trato? ––El chico preguntó.

El otro chico no respondió, pero empezó a correr rápido. Él estaba liderando. Casi estaba allí. Pero de repente el otro chico agarró su bolso y comenzó a correr más rápido. Cuando vio que el otro ya había ganado, se rindió y simplemente decidió caminar.

El chico lo esperaba frente a la casa. Sonriendo con picardía, orgulloso de haber ganado contra él. Le puso los ojos en blanco. ––Entonces, ¿qué es lo que quieres? ––Le preguntó, con los brazos cruzados sobre el pecho.

––Ten una cita conmigo.

Asahi dejó de correr cuando sintió una punzada en la cabeza. Cerró los ojos y apretó la cabeza con fuerza. El dolor fue terrible cuando los escenarios de él y un chico, cuyo rostro todavía no puede ver con claridad, invadieron su mente. Cayó de rodillas mientras se agarraba el cabello y gritaba de dolor.

Yedam miró hacia atrás. Tan pronto como vio a Asahi, corrió hacia atrás tan rápido como pudo. Yedam pidió ayuda mientras abrazaba a Asahi. Asahi agarraba su camisa apretando sus ojos con fuerza, deseando que el dolor se detenga. No quiero recordar si duele tanto.

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