Capitulo 5: Resuelto.

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Cuando el mayor salió para buscar el material más esencial para la cena, o sea, una harina pan, el cubano consiguió una manera de entretenerse mientras él no estaba.

Cuando llegó, lo estaba esperando en el cuarto dándole vueltas a lo que felizmente logró. —Mira lo que conseguí.

Contento el mayor se acercó hasta él y se sentó para detallar los controles con su nuevo sujetador. —Se ven chéveres —dijo mientras pasaba la pulsera por su mano viendo como el mando colgaba de esta.

Los dos controles ahora en vez de un gancho tenían una pequeña correa, eran menos rústicos y algo más simple, podían ponérselas en las muñecas o simplemente sostenerlos de ellas para saber que estaban ahí, menos posibilidades de perderse y atascarse en la ropa.

Al ver al mayor distraído el cubano se acercó y juntó sus labios en un beso profundo, rodeó con sus brazos el cuello del venezolano mientras él lo tomaba de la cintura y lo sentaba ahorcajadas sobre sus piernas, el roce de sus lenguas los llamaba a intensificar más aquel momento, repartiendo caricias y aferrándose a sus cuerpos con el deseo de no separarse, porque perdurara el placer de estar juntos, compartiendo ese momento tan simple y perfecto, aún sabiendo que esto no duraría hubieran preferido alejarse por otras razones.

Un sonido algo fuerte proveniente de sus estómagos hizo que se apartaran por la sorpresa y vergüenza, cada uno soltó una maldición mientras intentaban recuperar el aire sin verse a la cara, tal vez no había sido muy buena idea almorzar a las once de la mañana ni porque tuvieran trabajo después, ya con menos vergüenza se observaron notando las mejillas rosadas en el otro, la sensación de vacío en sus estómagos se mantenía y queriendo acabar con esta hablaron al mismo tiempo.

— ¿Quieres que cocine?

Al notar esto rieron por momentos hasta que el menor se fue a bajar, antes de terminar de separarse por completo el venezolano lo tomó de las mejillas y le plantó un corto beso para luego ayudarlo a levantarse e ir hacer la cena.

Juegos de pareja; CubaVeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora