Nene siente cierta curiosidad al escuchar de Aoi los viejos rumores sobre un demonio peculiar que no está incluído entre Los Siete Misterios. Al no poder obtener más información de su mejor amiga acude a la otra persona que conoce y sabe de los secr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nene suspiró mirando la puerta que la separaba de los baños de la escuela. Estaba decidida, hoy sería el día en que lo haría hablar. El escurridizo de Hanako se las había apañado para hacerla olvidar una y otra vez el tema de conversación cuando preguntaba por aquel peculiar demonio; pero, después de tanto tiempo, se había propuesto describir que secretos envolvían a su amigo con aquella vieja historia.
Hacía aproximadamente una semana Aoi le había contado sobre el "El destello dorado", otra de las leyendas de la academia, bastante conocida y a la vez temida. Se decía que quien estuviera cerca del árbol de Sakura del jardín, justo cuando las menecillas del reloj marcaran la media noche en punto, divisaría un destello dorado, y eso sería lo último que vería, porque todo aquel que tuviera la dicha de presenciar semejante belleza, estaba condenado a morir. Era letal e irremediable.
Después de mucho divagar, la estudiante abrió la puerta y encontró a Hanako jugando cartas tranquilamente, otra vez solo, seguramente esperando que ella llegara.
—Hanako-kun —llamó, adentrándose en el lugar, yendo, con pasos lentos pero firmes donde el chico—. Quiero saber.
—¿El qué, Yashiro? —inquirió él, jocoso. Voló donde ella para dar una vuelta rápida a su alrededor. Se veía animado.
—Cuéntame sobre "El Destello Dorado" —exigió, encogiéndose de hombros; y aunque era una orden, la vergüenza la carcomía cuando la potente mirada de aquel demonio estaba sobre ella, termianndo por sonrojarse.
En ese segundo el animado ambiente se tensó, el jolgorio que Hanako provocaba cesó y las risas se esfumaron. Aquel lugar se había convertido en uno no muy ameno para estar.
El varón se alejó rápidamente y escondió sus ojos bajo su flequillo, dejando que la sombra del mismo tapara su triste mirada. Había tratado por todos los medios de no tener que hablar más de aquello, porque cada vez que lo hacía le dolía el corazón que creía muerto.
Ante la reacción de Hanako, Nene se mostró sorprendida, era la primera vez que lo veía de ese modo. Él, que siempre se había mantenido juguetón y protector, se veía como un pequeño niño necesitado de un abrazo; solo, nostálgico y herido.
Aunque el silencio fue un arma de doble filo para ambos, no duró mucho más, puesto que el muchacho se había armado de valor para decir:
—Su nombre era Celeste, y yo la maté.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
Palabras del autor:
Si, nueva historia. No me maten.
Se acerca el cumpleaños de una de las personas más importantes de mi vida. Mi compañera de locuras, mi entretenimiento en las noches, la que acaba con mi rutina, mi cómplice. Y no hablo de mi novia, hablo de mi hermana de otra madre, mi dulce pero cruel Celeste.
Tenía que hacer algo especial por su cumpleaños, así que me dije: ¿Por qué no un pequeño fanfic de pocos capítulos sobre uno de los personajes que más ama en el mundo?
Y de aquí nació esto. Estaré actualizando seguido —porque duh, cuarentena remix en mi país— y espero poder terminarla para su cumple, porque quiero que le transmita lo especial que es.
Ahora, saliendo del cumple de esta chica. Dios, necesitaba hacer una historia de Hanako, me moría si no. Me parece un personaje tan tierno y dulce, me da toda la cosa saber que era muerto.
Aquí un pequeño Prólogo. Lo pronóstico 10 capítulos al fanfic, claro, con su epílogo a parte.
Me gustaría decir algo más pero todo está dicho. No soy de revelar lo que quiero hacer antes de tiempo, así que no a los spoilers. Espero que les guste esta historia tanto como a mí.
