Al día siguiente...
Lo de mi caida no había sido nada grave así que estaba feliz por eso ya que en el momento sentí que iba a morir... creo que exageré un poco. Pero estaba más feliz por ganarle al Real Madrid , había sido más difícil de lo que pensé. Si estuviera Logan, mi... ex novio, de seguro le dedicaría mis goles, así como algunos futbolistas hacen para sus novias. Si, aún seguía recordandolo, pero me era imposible no hacerlo, realmente lo amaba y lo amo...
Tendría que alistarme para ir a la fiesta, pero ni siquiera pregunté si habría que ir elegante... me dio igual. No, esperen... yo nunca hago las cosas sin estar segura.
Llamé a John para sacarme las dudas.
"¿Hola?" contestó John.
"¡Hola!, em... " dije
"¡Shannon! ¿Cómo andas?"
"Eh... bien, John, te quería preguntar ... ¿habrá que ir 'elegante' a la fiesta o...?" pregunté.
"Pues sí. Pero tampoco demasiado." respondió.
"Está bien, gracias, nos vemos." finalicé la llamada.
¿Cómo que habría que ir elegante pero no demasiado?.
Bien... eran las seis de la tarde y tenía que llegar a las ocho.
Saqué de mi armario un ... no. Tenía que elegir bien que me pondría ¿cierto?... ¿por qué?.
Me quedé media hora eligiendo que ponerme, finalmente opté por un vestido negro que llegaba hasta un poco antes de las rodillas, con encaje. Fui hasta el baño y me bañé. Ya lista, me puse el vestido cuidadosamente y me sequé el cabello para luego poner gran parte de el, al costado. Después hice ondas en las puntas y finalmente me maquillé. Brillo labial, rimel y sombra para ojos, nada más, aunque muy pocas veces me maquillaba. Elegí unos zapatos con poco tacon, de igual color que el vestido.
Mi celular sonó y contesté.
"Hola, ¿quién es?" pregunté.
"¿Cómo que quien es?. ¡Natalie!" gritó mi mejor amiga.
"Oh, lo siento, es que estoy bastante apurada, ni me fijé en quien llamaba" expliqué.
"Ok, ok" dijo desde la otra línea para luego reir "Si quieres te llevamos"
"¿Estás con todas las chicas?".
"¡Si! Te llevamos en el auto, abre la puerta que estamos acá". cortó.
¿Cómo podían entrar veintidos(suplentes, titulares) personas en un auto?.
Agarré un bolso y guardé mi celular, billetera, entre otras cosas. Abri la puerta y ahi se encontraban todas. Las saludé y luego vi su ropa. Estaban realmente lindas.
- ¡Wow! ¡Mirate! ¡Estás preciosa! - gritó Rachel.
- Lo sé. - reí. - Mentira, ustedes lo están más. - sonreí. - Hey, ¿Como puedieron viajar en un solo auto? - dije sorprendida.
- No tonta. - Lauren golpeó debilmente mi cabeza. - Viajamos en varios.
Vi como llegaban como cinco autos más. No sé de donde los habían sacado.
Me dirigí con cinco de mis amigas hacia uno de los autos, mientras que las demás se dirigían a los demás. Sabrina se sentó en el asiento del conductor y arrancó. Una vez dentro pregunté de quienes o quien eran los autos.
- Los mandó el club. - respondió Megan.
- Aah... - asentí. - ¿Alguien sabe por qué vamos a la fiesta, esta? - pregunté.
- ¿No es obvio? Baile, chicos, tragos. - rió Natalie. - Y lo más importante, festejar nuestro triunfo. - prosiguió. - Bien, llegamos.
- ¿Tan rápido? - fruncí el ceño.
- Pues sí, estaba a unas cuatro cuadras de tu casa. - dijo Tory.
Salimos del auto y nos encontramos con las demás chicas. La entrada del lugar era bastante linda, decorada con luces de neón o algo así. Un gran cartel se encontraba arriba de la puerta. Se podía leer un "FELICIDADES CHICAS". Sonreí al verlo y me adentré al lugar al igual que mis compañeras. Había muy poca luz, casi no se veía, excepto por las luces de neón que también decoraban dentro.
Todos los jugadores del Real Madrid se encontraban ahí. Incluso el director técnico. Se veían informales, algunos estaban en la barra tomando algún que otro trago y otros bailando o conversando con personas que, no conocía.
Entramos y todos dieron vuelta para vernos, o no sé. John, quien también se encontraba en el lugar, corrió para abrazarnos.
- Vengan, vengan. - nos alentó a ir con los jugadores.- Bien, ellos son....
- Si los conocemos. - lo interrumpí y rodé los ojos.
- Eh.. si, yo me voy yendo...- se retiró y todas reimos.
- ¡Hola! - grita Cristiano.
Casi nunca salía a fiestas, por eso me sentía incómoda ahí, así que me alejé un poco. Prefería estar sola, sin molestias. Si, puede que esté en una FIESTA CON EL REAL MADRID, pero no era muy buena socializando, tal vez les vaya a pedir una foto luego de la fiesta, pero no creo, me pongo nerviosa muy rápidamente y siempre termino haciendo lo contrario.
Después de un rato, me encontraba en la barra, sentada, tomando... agua. Sí, no solía tomar bebidas fuertes, o con alcohol, prefería tomar agua.
- ¿Qué pasa? - me preguntó Natalie, haciendo que de un pequeño salto por el susto.
- Eh... nada, nada. - dije.
- Vamos, diviertete. Los jugadores del Real están aquí y ¿lo que haces es quedarte sentada?- contestó. - Ven. - me guió hacia la pista de baile y me dejó parada ahí.
- ¿Que...? - dije enojada, pero antes de que pudiera terminar de hablar, alguien se paró en frente mio. Dirigí mi vista hacia arriba. Ahí se encontraba James. James Rodríguez, pues si, el es más alto que yo. Lo miré tímidamente y sonrió. Traté de volver a mi lugar anterior pero el me detuvo. Mi corazón empezó a latir fuertemente, estaba realmente nerviosa.
- Hey, ¿a donde vas? - dijo con una gran sonrisa.
- A... - fue lo único que pude decir ya que el colombiano hizo que volviera a la pista de baile.
- ¿Bailamos? - propuso y lo miré confundida. - ¿Me dejarás aquí parado sin decir una palabra? ¿Te comió la lengua el gato? - empezó a reir.
- N...no. - dije aún más nerviosa.
- Déjala, ella quiere bailar conmigo. - gritó Marcelo y se levantó del sillón en donde estaba sentado para luego empujar a James y ahora el, ponerse en frente mío; reí.
- Claro que no. - respondió James y lo empujó de la misma forma que Marcelo.
- Shannon... ¿Shannon, verdad? - preguntó Toni Kroos y asentí. - Bien, James está desesperado por encontrar una chica, y hace todo lo posible, dale una oportunidad. - rió.
- Eh... yo... - no sabía que decir.
- No les hagas caso. - James rodó los ojos.
Busqué con la mirada a mis amigas pero no las encontraba.
- ¿Buscas algo?. - me preguntó.
- A... a mis... - trataba pero no lograba decir algo coherente.
- ¿A tus...? - preguntó y tomó mi mano.
- A... a mis amigas. - lo solté rápidamente.
No sabía si reir, o asustarme.
