Me bañé y cuando salí me vestí con una blusa color celeste y un short jean. Desenredé mi cabello y luego lo planché un poco, aún seguían quedando algunos rizos aunque podían pasar desapercibidos, pero, a decir verdad, me quedaban bastante bien...
Un poco egocéntrica, lo sé.
Me coloqué muy poco brillo labial, con eso, mi maquillaje ya estaba terminado.
Tomé mi celular y lo guardé en el bolsillo de mi short. Salí de mi casa y me dirigí hacia la plaza, que por cierto, no quedaba bastante lejos.
Al llegar, me senté en una de las bancas y saqué mi celular; me entretuve jugando en algunos jueguitos de éste y de vez en cuando, se me acercaban personas para pedirme un autógrafo o foto.
Supuse que con esto del partido RM femenino-RM masculino y nuestra victoria, nuestra fama había crecido, o al menos, existido.
Gustosa, acepté cada uno de los pedidos.
***
Estar ahí, ya comenzaba a hartarme, y no por las personas que se me acercaban, si no porque ya estaba bastante tiempo ahí. Con "James" habíamos acordado vernos a las cinco de la tarde. Consulté la hora en mi reloj; 17:57.
Algo "enojada", me levanté de aquella banca y empecé a caminar en dirección a mi casa. A pocos metros de la plaza, mi celular suena. Una llamada.
"¿Hola?" contesté.
"¿Shan? ¿Dónde estás?" dice la voz de la otra línea. Obviamente, Natalie.
"En..." dije mientras seguía caminado, Natalie no dejó que terminara.
"¡Tendrías que estar aquí!"
"¿En dónde?" dije confundida.
"¡En el entrenamiento!" dijo con un tono casi ensordecedor.
"¡Pero si me dijiste que hoy no teníamos!"
"¡Lo siento! ¡Tú tendrías que saber!" hizo una pausa. "Bueno... es que no me acordaba... al no verte en el estadio recordé lo que te dije".
"Bien. Te veo all..." dije aún caminando pero algo o alguien me interrumpió el paso.
-¡Pero que te pasa, estúp... -nunca pueden faltar mis insultos, aunque no logré terminar ya que al alzar la vista, me encontré con James. ¡James Rodríguez!.
-Wow, ¿así saludas a las personas?. -me dijo sujetándome de la cintura, ya que si no fuera por eso, estaría en el piso.
-Ho...hola... -dije avergonzada. -Lo siento. -me zafé de su agarre.
-No te preocupes.
-Casi te reconozco con esos lentes. -bromeé. Tenía unos lentes más grandes que su cara.
Reímos.
-Oye... ¿tú fuiste el que me mandaste el mensaje, ayer?. -pregunté acomodando mi ropa.
-Si. -dijo con una sonrisa. -¿A dónde te ibas?
-Es que como no venías decidí volver a mi casa, pero ahora que...
-Oh, lo siento. Es que se me hizo tarde... -rascó su nuca.
-No importa. -sonreí. -Ya... estamos acá.
Sin darme cuenta, ya estábamos caminando por aquella plaza.
-Y... cuéntame... sobre ti. -soltó de repente.
-Mmm... no lo sé. Me llamo Shannon, amo jugar fútbol, soy de España, me gusta escuchar música... ¿que cuentas de ti?.-dije lo primero que se me vino a la mente.
-Soy James.
-No me digas. -contesté seria y empezó a reír.
-Bien... soy de Colombia...
-Lo sabe todo el mundo.
-Lo sé. Todo el mundo sabe mi vida. No tengo que decir.
-Entonces te haré preguntas. ¿Está bien?.
-Bien. -se encogió de hombros.
-A ver... emm... -me detuve a pensar.-No se me ocurre nada. -reí.
-Entonces yo te haré preguntas. -asentí.
-¿Hace cuanto juegas en el Real Madrid?
-Hace 6 años.
Asintió algo sorprendido. -Siguiente pregunta. -sonreí.
-¿Quieres tomar algo?. -se volvió a encoger de hombros.
-Claro, por qué no.
