–Niki nunca creyó que la gloria pudiera ser saboreada.
Eso hasta que besó a Sunoo.
Joder.
Los labios del pelinegro eran carnosos, finos, tan suaves como la seda, y tenían un sabor a sandia.
La gloria misma.
Sunoo estaba en una especie de trance. No podía moverse, no sabía qué hacer. Sus ojos estaban fuertemente cerrados, tenía sujeto el ramo de tulipanes entre sus dedos con mucha fuerza, el corazón le palpitaba en la garganta y el cuerpo entero le temblaba preso de miles de sensaciones imposibles de describir.
-Ni-ki se sentía flotar entre las nubes. Los labios de Sunoo eran esponjosos a pesar de ser finos, encajaban perfectamente entre los suyos, y eso le jodía en el mejor de los sentidos.
-Acariciarlos con los propios era como pasar el pétalo de una rosa delicadamente por sobre éstos. Tenia la sospecha de que besar a Sunoo se volvería su adicción favorita. Su lengua cosquilleaba dentro de su boca, queriendo invadir la cavidad ajena. Su corazón estaba errático entre sus costillas, todo su ser hacía una fiesta al notar que Sunoo le devolvía el beso. No era sólo que no se alejara, sino que movía sus labios en una misma danza, al compás de los de Niki; gustaba de succionar el inferior del azabache entre los suyos, y morder ligeramente, casi imperceptiblemente, el mismo.
Besar a Sunoo era como tocar el cielo y pisar el infierno al mismo tiempo. Una mezcla entre pureza y tentación, inocencia y pecado.
-Sunoo es el primero en separarse. Los pulmones le queman por la falta de aire. Su respiración es agitada, igual que la de Niki.
Ambos sienten sus labios punzantes. Están rojizos y brillosos por la saliva ajena, hinchados por las succiones.
El rostro de Sunoo se pinta de un precioso carmín y Niki sonrie por ello.
-Y-yo... yo... -Sunoo no sabe qué decir.
-Interpretare este beso como que aceptas tener esa cita conmigo.-el carmin aumenta y se expande hasta el cuello de Sunoo. El pelinegro cohibido, sonrojado, queriendo enterrar su cabeza en la tierra cual avestruz, baila su mirada por todas partes, no queriendo ni pudiendo mirar a los ojos directamente a Niki. Pero asiente con una pequeña y apenas perceptible sonrisa en su rostro, sus manos aún sujetando el ramo, su mirada, cohibida y tímida, mirando el pecho del Rubio, evitando mirarlo a los ojos.-Genial.Te veré después..–y como si no estuviera ya lo suficientemente avergonzado, Niki decide besar la punta de su nariz.
-El rubio se pierde de vista, y Sunoo siente que desfallecerá en cualquier segundo.
¡Que se ha besado con Ni-ki!, pues! ¡Y no sólo eso; Ni-ki fue quien le beso primero, fue él quien inició el beso, quien rompió la distancia entre ellos!
¡¿Quién puede sobrevivir a eso, con un demonio?!
El timbre suena, anunciando el inicio de la jornada escolar.
-Sunoo toma sus cosas y corre hasta su salón de clases.
El maestro le mira con mala cara cuando le interrumpe, pero le deja pasar.
Todos le miran.
¿Y cómo no? Si puede pasar
desapercibido en un cultivo de tomates, y el ramo entre sus manos además es muy bonito.
–Heeseung alza la ceja en su dirección, interrogante (el chisme sobre el beso habia corrido muy rápido por la escuela), y le da una sonrisa burlona.
-No digas nada.-le susurra Sunoo antes de tomar asiento, dejando el ramo sobre el pupitre.
Quiere prestar atención a la clase, de verdad lo quiere.
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𝐂𝐚𝐫𝐦𝐢𝐧 ♡︎ Ⓢ︎Ⓤ︎Ⓝ︎Ⓚ︎Ⓘ︎
FanfictionJamás había conocido a alguien que le quedara tan bien el carmín... ♡︎♡︎♡︎♡︎♡︎♡︎♡︎ ¡Adaptación! créditos a la autora original: @DANUs_room Portada hecha por mi♡︎