Cap. 1

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Bae Soomi llegó a casa con el corazón en la garganta. Cerró fuertemente la puerta, poniendole todos los seguros que tenía y se giró quedando a espaldas de esta. Respirando agitadamente, caminó más tranquila hacia la cocina y se sirvió un vaso de agua, lo necesitaba urgentemente, luego de haber corrido tanto.

Otra vez había escuchado esos pasos a espaldas suyas, siguiendola y sobre todo, vigilandola. Y la terrible sensación de ser observada cada segundo. Su hogar, el único lugar en el que se sentía segura, y si es posible, el único lugar en el que podía tener privacidad.

Escuchó el teléfono de la casa sonar, dejó el vaso de agua a un lado, en la encimera, y se fué hacia él.

Diga?

Hola, gatita..—

Soomi se sintió morir. Dios.. era él. Incapaz de casi poder hablar, sus manos empezaron a temblar y su corazón latió rápidamente.

Q-quién eres?—

—Sabes perfectamente quién soy, nena. Soy Kim Mingyu, tu peor pesadilla.— se rió tan profundamente, que a ella se le erizó la piel.

—¿Qué es lo que quieres?—

—Te quiero a tí.—

Soomi empezó a Tartamudear.

—Llamaré a la policía.— le amenazó, aunque, sabía que no serviría de nada.

El comentario de ella, pareció darle gracia, porque reía. Su voz era ronca, áspera, y pareciera que su risa fuera la réplica de una película de terror.

Llámalos, si quieres, pero lo único que vas hacer es perder tu tiempo, preciosa. Esos imbéciles jamás lograrán encontrarme.—

E-entonces, déjame en paz!—

Lo lamento, pero no puedo.—

Ella se relamió los labios nerviosa.

Mmh.... ya quiero imaginar por dónde pasará esa lengua, más adelante, princesa.— gruñó él.

Soomi se sorprendió, ¿Acaso la estaba observando? discretamente miró hacia ambos lados, primero a la derecha y luego a la izquierda, cerciorándose de que estuviese sola.

Te estoy mirando, pequeña. Pero tranquila, que no estoy dentro de tu casa..— hizo una pausa y Soomi pudo asegurar que estaba sonriendo. —..aún....—

Porfavor, déjame en paz. Dime de una vez por todas, qué quieres de mi— dijo desesperada.

Joder, quiero violarte.. —

Soomi pasó su temblorosa mano por su pálida y delicada cara, completamente aterrorizada.

N-no puedes hacerme eso.— dijo al borde del llanto, conteniendo sus nervios, intentando sonar lo más calmada posible, si esque eso era posible en una situación como esta.

Oh, claro que sí. Y tenlo por seguro que lo haré. Asi que cuídate, pronto serás mía, sólo mía..— esto último lo dijo susurrando, siendo casi inaudible para la dulce chica.

¡No! ¡Jamás seré tuya, entiendelo de una puta vez!— gritó, incapaz de soportarlo más y tan sólo colgó.

Y ya no lo aguantó. Empezó a llorar fuertemente, sintiendo un gran dolor. ¿Por qué le pasaba esto a ella? ¿Por qué? ¿Qué es lo que había hecho para que se mereciera todo ese sufrimiento? Siempre ha sido una chica buena. Con sus 20 años de edad, se consideraba a si misma una mujer independiente. Podría ser la esposa perfecta. Deseada por los hombres y envidiada por las mujeres. Su vida había sido maravillosa, hasta que llego él.

Tomo el teléfono y tecleó el número telefónico del detective encargado de su caso. Mingyu no se había pasado mas allá de cartas o llamadas eróticas confesándole las miles de veces que había fantaseado con ella teniendo un sexo fantástico, pero ahora, llego a su límite. Había amenazado con violarla, y no podía permitir que lo hiciera.

Detective Junhui, soy S-soomi, Bae Soomi.—

Hola Soomi, ¿Ocurre algo?—

Sí..—  suspiró  —Es.. Mingyu, volvió a llamarme, y esta vez me amenazó con violarme.— dijo con un hilo de voz.

Oh, dios.. Soomi, rastrearé tus llamadas, quizás así podremos localizarlo.—

Sí, porfavor, haga algo—  sollozó  —ya no lo soporto.—

Tranquila, pero por ahora te aconsejo que te mudes de ciudad, Es lo mejor T/N, es muy riesgoso de que sigas aquí. Mingyu ya sabe donde vives. Es mejor no correr el riesgo.—

Ella quedo boquiabierta. ¿Mudarse ella de ciudad?

Lo pensaré.—

Esta bien, iré ahora mismo con la policía a tu casa para asegurarnos de que Mingyu no este allí, así logremos tal vez obtener alguna pista. Por mientras, es mejor que te vayas a dormir en casa de algún amigo o familiar, es muy peligroso de que estés sola en tu casa.—

Lo haré, gracias detective, lo estaré esperando.— y colgó.

"Una nueva vida"  pensó. Tal vez era lo mejor mudarse de ciudad, y así una vez por todas lograba huir de ese maldito animal.

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⏰ Última actualización: May 16, 2021 ⏰

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Acosada - Kim MingyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora