La Trágica Historia del Unicornio.

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“Los capitanes a largo plazo se van y nunca regresan... Sin embargo, algún día me gustaría que me amaran... No escuches el canto de las sirenas en el valle de las olas, porque los capitanes a largo plazo se van y nunca regresan”.

🎶Les Capitaines: Cécile Corbel.

 Al alejarse del caos y la confusión originada por la extraña situación del barco, los tres regresaron a su edificio en un profundo y preocupante silencio, intentando encontrar algo de lógica en lo que había pasado… «¿Por qué habría tanta desesperación en torno a una maqueta?, Nadie había reparado en ella hasta que fue comprada, ¿Por qué tanta predilección por obtenerlo de cualquier modo?»… Mientras más lo pensaban, menos sentido tenía pero, a su vez, el inusual acontecimiento también generaba una enorme curiosidad por intentar comprender lo que yacía en el interior de ese modelo.

 -¿Qué tendrá este barco de especial?, ¿Por qué despierta tanto interés?- Escuchó cuestionar al joven reportero, eran exactamente sus mismas preguntas, interrogantes que necesitaban urgentemente una respuesta pero que, a su vez, aún faltaba mucho para que las mismas pudieran ver la luz. -¿Qué secretos tienes guardados?-

 -Deber ser muy importante, sino no se habrían angustiado tanto por obtenerlo- Afirmó Bélier al recordar la extraña forma en la que aquellos hombres habían solicitado el navío. -¿Tienes una lupa?, ¿O algo para ver mejor?-

 -Sí, ahora vuelvo- Respondió el pelirrojo un tanto pensativo mientras ingresaba a su estudio y veía que, justamente, lo que buscaba no se encontraba en su lugar. -¿Y la lupa?, ¿Dónde está?... Podría jurar que estaba... ¿Tal vez por aquí?-

 -¿Le preguntaste a Milou?, Creo que él sabe la respuesta- Propuso la oriunda de Brujas con una leve sonrisa al ver al perrito con el objeto extraviado en la boca, algo que logró que el muchacho abandonara su pesquisa y regresara con sus compañeros. -Bien hecho amigo-

 -Gracias- Les agradeció el joven oriundo de Bruselas antes de volverse con la lente a la entrada de la habitación y encontrarse con el enorme rostro de un gato erizado, una situación que, lamentablemente, enfureció al Fox Terrier. -¡¡NO MILOU!!- 

 Fue lo último que dijo antes de que él y su compañera intentaran detener a su can quien, entre gritos, cortinas desgarradas y adornos casi destruidos; continuó su ardua cacería hasta que el intruso escapó por la misma ventana por la que había ingresado pero, desgraciadamente, la intensa persecución sí había cobrado su precio… El propio Unicornio.

 -Mira lo que hiciste, lo rompiste- Le reclamó el molesto Tintín al levantar el barco y ver que uno de sus mástiles se había partido a la mitad. -¡Perro malo!-

 -Tranquilo, no se ve tan mal… Sólo un poco de pegamento y aquí no pasó nada- Aseguró Camille intentando animarlo, no sin antes notar que el modelo no sería el único en necesitar reparaciones. -¿Tienes un botiquín?. Porque el barco puede esperar, pero tu cara no-

 -Estoy bien, no es necesario- Contradijo el pelirrojo despreocupadamente al devolver la pequeña embarcación a su lugar.

 -Sólo será un minuto, no te matará- Afirmó la castaña al tiempo que ingresaba al baño y regresaba con el botiquín para iniciar su trabajo. -Además, quiero escuchar tu teoría. ¿Por qué tanto interés por una maqueta?-

 -Creo que pasó algo en ese barco, tal vez… Auch- Quiso decir el reportero, antes de que el ardor del algodón húmedo lo interrumpiera para recordarle su pequeña batalla con el felino fugitivo. 

 -Lo siento- Se disculpó la historiadora avergonzada hasta que una idea cruzó por su mente… «¿Cómo no se le ocurrió antes?». -Oye, hoy es mi primer día en la biblioteca. ¿Por qué no vienen conmigo?… Tal vez encuentren lo que están buscando-

  -Es una gran idea, te lo agradezco- La felicitó el joven oriundo de Bruselas al pensar en su propuesta, claramente, era el lugar perfecto para iniciar una búsqueda. -Ven Milou-

  Y así, tras una intensa jornada, tanto en la feria como en el propio apartamento, los tres abandonaron el edificio y salieron rumbo al único lugar donde podrían obtener las respuestas. Una vez allí, la joven oriunda de Brujas le notificó de su llegada a su jefa, la Sra. Talbot y que, muy probablemente, se quedaría a cumplir horas extra para realizar una pequeña investigación.

  Al finalizar con las formalidades, Camille guío a sus compañeros hasta la sección de “Historia” para que pudieran revisar y analizar las fuentes disponibles para resolver aquel misterio. No obstante, ella tendría que esperar a terminar con sus deberes como bibliotecaria antes de poder sumarse nuevamente a la apasionante búsqueda.

 -Lo siento, mucho trabajo para el primer día… ¿Ya encontraron algo?- Preguntó la castaña al concluir con todo el trabajo pendiente y, honestamente, esperaba tener algún momento para poder volver con ellos antes de cumplir con el horario establecido.

 -Sí, ven- Afirmó el pelirrojo entusiasmado mientras la invitaba a sentarse y le mostraba lo que habían descubierto. -Aquí está, Francisco de Hadoque del Castillo de Moulinsart, capitán del desafortunado Unicornio… Su nave zarpó de Santo Domingo en 1698 en una de las peores travesías en la historia naval… El barco jamás llegó a su destino, fue atacado por piratas y quedó solamente un sobreviviente… -

 -Dios mío, es terrible- Suspiró la historia con gran pesar al escuchar la terrible verdad acerca del barco que habían adquirido en la mañana. 

 -Y hay más, el Caballero de Hadoque fue rescatado y regresó a casa, jurando que su nombre estaba maldito- Continuó leyendo el reportero ante la atenta mirada de sus compañeros quienes, al igual que él, no hacían más que conmoverse por el desdichado marinero. -El manifiesto del barco declaraba que sólo llevaba ron y tabaco a Europa pero, se creía que el barco transportaba una carga secreta… Los historiadores no han logrado determinar lo que pasó en esa fatal travesía, pero las últimas palabras de Francisco fueron… “Sólo un verdadero Haddock descubrirá el secreto del Unicornio”-

 -Pobre hombre, vivió un infierno- Se lamentó Camille antes de que ella y los demás sintieran algo extraño en el ambiente, alguien los observaba a la distancia y, francamente, ninguno de ellos tenía la intención de generar un incidente en la pacífica institución. -Oigan, ¿Qué tal si vienen a cenar?… Ya es bastante tarde y muero de hambre- 

  Fue la señal que les dió a entender a Tintín y a Milou que era el momento oportuno para salir de allí, así que, sin tiempo que perder, ambos siguieron a su nueva amiga hasta la recepción, se despidieron de la Sra. Talbot y, para despistar a su inesperada sobra, decidieron dar un pequeño paseo antes de poder regresar a su hogar.

 -Gracias- Le agradeció el pelirrojo aliviado al notar que ya no los seguían y que podían volver sin problemas.

 -A ustedes pero, ¿Ahora qué haremos?- Preguntó la castaña un poco preocupada por lo que estaba sucediendo… «¿Por qué demonios los seguían?, ¿Realmente valía la pena acosar a alguien por esto?, ¿Por una historia de la cual ignoraban completamente su final?».

 -Creo que se nos escapó algo Camille, tenemos que estudiar de cerca ese modelo- Respondió el conocidísimo reportero al ingresar al edificio pero, en cuanto llegaron al apartamento de este último, vieron que el Unicornio había sido secuestrado durante su ausencia… «¿Cómo no lo habían visto venir?». -¡Claro que no está!, ¿Cómo pude ser tan estúpido?-

 -¿No crees que deberíamos llamar a la policía?- Cuestionó la historiadora nerviosa al pensar en todo lo que había sucedido hasta ahora… «Primero las peleas por el modelo, luego el acoso en la biblioteca y ahora esto»… Tenían que pedir ayuda y rápido.

 -Aún no Camille, creo saber quién está detrás de todo esto- Aseguró Tintín seriamente al recordar la charla que habían tenido con el hombre del traje rojo en la feria… Tal vez era el momento de hacerle una pequeña visita al Sr. Ivan Ivanovitch Sakharine.

Top Of The World 🧭 (Las Aventuras de Tintín).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora