Capítulo 2

3 0 0
                                    

{22:50 p.m.}

Tenía una mezcla de emociones, no sabía que sentía… Estaba como perdido en mi propio hogar.

Nuestra humana abrió la puerta.

En un rato vuelvo, voy a comprar.


Sentí la necesidad de salir corriendo, ¿hacia dónde? Ni yo sé…

Salté de mi torre para gatos y corrí lo más rápido que pude. Leo corrió detrás de mí.

¡Azu! ¿¡Qué haces!? – Grito Leo.


No contesté. Frené en un piso distinto al de siempre, al de mi casa. No sabía dónde me encontraba, y el peligro que corría.

¡Azu, salí de ahí! – Gritó Leo.


No comprendí porqué me lo decía, solo me volteé a mirarlo.

Mi humana corrió hacia mí. Pero fue tarde…

En ese momento lo ví, un monstruo con cuatro patas se dirigía hacia mí. Entonces recordé donde estaba parado, comencé a correr, sentí un dolor muy fuerte en el cuerpo, y todo se volvió oscuro, todo quedó en un silencio muy profundo.

Tenía miedo, y mucho.


{00:01 a.m.}

Toda mi vida pasó frente a mis ojos, ya no sentía nada, creí que estaba despierto, pero luego entendí, al ver mi cuerpo todo herido sobre una camilla, estaba muerto. Lo único que logré sentir era un enojo muy grande hacia mí mismo, y, luego, una punzada de tristeza recorrió toda mi alma…

Descubrí que tenía alas, y… una aureola sobre mi cabeza, mis alas eran blancas y mi aureola era, blanca también, con una estrella de color piel.

Entendí muchas cosas, desde lo que era el Alzheimer, hasta, porqué Leo era tan amable.

[¡Leo!] Recordé.

[Abandoné a Leo, ahora está solo con su humana, que, aunque ella lo ama mucho, ya no será lo mismo, y, la verdad es que lo extraño, no sé si lo volveré a ver.]

Me recosté sobre el piso, y tape mis ojos con mi pata, y luego bajé mis párpados, para así descansar. Luego noté que una lagrima cayó por mi cara, pero… ¿Cómo? Si los gatos no pueden llorar, solo maúllan

Volví a abrir los ojos, me encontraba, ¿¡Sobre las nubes!? Esto sí que es raro…

Giré mi cabeza, y pude ver a un ratón, era pequeño y blanco, tenía alas verdes y una aureola amarilla. Sus ojos eran negros.

Sentí las ganas de perseguirlo, pero no era momento, estaba recordando a mi amigo, y, eso era como un duelo para mí. 

Hola amigo, sé que estás triste, pero yo te puedo ayudar… ¿Qué te parece? Te cuento mi historia y tú me cuentas la tuya… - Dijo el ratón – Mi nombre es Zack.

¿Sabes? No necesito tu ayuda, adiós – Dije mientras comenzaba a caminar.

¡Vamos!, no seas así, seamos amigos – Aclaro el ratón alcanzándome.

Veamos, déjame pensarlo… NO, no necesito un amigo, ya tengo uno, y no necesito otro.

¿Puedo decirte algo? Aunque quieras o no, no lo volverás a ver – Aseguró Zack algo molesto.


Yo me detuve por un instante. Agaché la cabeza y me cayeron dos lágrimas.

Oye, no debí decir eso… Lo lamento mucho, amigo.

☁⭐A Star in Heaven⭐☁-ByBillie-Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora