Invierno de 2013 (principios de año)

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    Me siento vacía. No siento pasión por nada, ni ganas, ni siquiera estoy resignada. Me siento vacía, y nada ni nadie hace algo por llenarme de cualquier tipo de sentimiento, sea éste positivo o negativo.

    Cuando me despierto por la mañana, no suelo estar ansiosa por algún evento importante, ni enfadada, ni nada. No siento nada. Por eso no hago por levantarme, y acabo llegando tarde a todas partes. Tengo miedo de empezar a cumplir mis obligaciones y convertirme en un robot, en una autómata, vaciando mi corazón completamente y resignarme a continuar así, perdiendo la única cosa que me hace seguir adelante (o mantenerme en el mismo sitio): la rebeldía. La revolución. La lucha por algo mejor. ¿Qué es ese algo? No lo sé, pero debo llegar a él.

    Sentirse vacío es peor que sentirse mal. Y, por mucho que busque algo que me llene, no lo encuentro. He perdido la pasión por aquello que antaño hacía que mis ojos brillasen, aquello que antaño me iluminaba el alma.

   No fingiré una sonrisa, como muchos hacen, pero finjo esa pasión perdida. Y no tener nada que te apasione, que te haga sentir persona, es lo peor que te puede pasar, ya que llegas a un punto en el que no tienes nada con lo que ahogar tus frustraciones. Nada.

    A toda esa gente que me califica de vaga... ya, nunca lo leeréis, y ya, yo misma me autocalifico así. Pero es mentira. Todo es mentira. No soy vaga, simplemente no tengo ganas de nada. Es un gravísimo problema, pero, para contarlo y que la gente empiece a especular sobre mí, a creer y afirmar conocerme, prefiero seguir mintiendo. Soy una gran mentirosa en todo lo que me respecta, y el hecho de que todos crean que soy mala mintiendo, no hace más que ayudarme en mi cometido. Ya, las mentiras son malas y hacen daño: eso es algo que todos sabemos y que nos inculcan desde pequeños. Pero con mis mentiras, sólo me hago daño a mí misma. No debería preocupar a nadie. Es mi problema el seguir así o no.

Historia antigua personalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora