Capitulo 18

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Recordatorio: Mer y Javier se encuentran en la cueva submarina que solo conocen Mer y Gon y ahora Javier.

Me senté en uno de los pufs y le indique que se sentara en el de al lado.

En vez de eso me levanto como si fuese una pluma haciéndome soltar un pequeño gritito.

Se sentó en el puf y me sentó encima de sus piernas.

"¿Enserio?" Digo levantando la ceja

"Estoy más cómodo así" Dijo el

Ahora que me fijaba...solo se había puesto unos pantalones dejando su pecho y estomago al descubierto.

Estaba muy bien definido y mirándole sus músculos se me quedo la boca abierta

"Sé que soy irresistible"

"Eso te crees tú"

'¿Por qué no juegas un poco con él?

'Huy, y este puntillo de picardía de donde te lo has sacado'

'Muévete y pégate a él  pero muévete mucho de posición...' Dijo ignorando mi pregunta

'Para así excitarle al estar cerca de su pronta erección ¿no?'

'Exacto, manos a la obra'

¿Qué pensáis que hice? Justamente eso

Cuando le mire a la cara le vi que tenía la cabeza echada hacia atrás y con una mano tapaba sus ojos.

"¿Qué ocurre?" Dije con un tono inocente

"Lo sabes perfectamente" Contesto el ahora mirándome con una mirada totalmente lujuriosa

"¿A qué te refieres?" Pregunte de nuevo haciéndome la loca

Narra Mer

Sus ojos se estaban volviendo más oscuros por momentos y la peor parte es que me estaba excitando yo también

Mantén la cabeza fría, mantén la cabeza fría... Le tienes que excitar a él no a ti misma!

'JAJAJAJAJA ilusa'

'Sabias que esto pasaría! Traidora!'

'Puede ser, pero no te distraigo mas'

Y con eso me cerró la conexión.

Ya verá, me voy a resistir y voy a seguir con la idea principal, puedo ser muy mala cuando quiero, además queda una charla seria que hacer.

Mire sus ojos otra vez, el poco a poco los fue bajando y recorrió hasta el borde de mi falda, al subirlos los paro en el hueco entre mi hombro y cuello donde tendría algún día que llevar su marca.

Esto hizo que un escalofrió recorriera mi cuerpo y sentí el calor de mis mejillas otra vez. Su mirada era lujuriosa, posesiva y a la vez notaba otro sentimiento más intenso.

Pero eso era imposible, yo no le gustaba y eso era un hecho.

Poco a poco subió su mirada a mis labios, instintivamente lleve la mía a los suyos, se veían tan apetecibles...sobre todo con el beso anterior.

Volví a subir la mirada a sus ojos que ahora estaban clavados en los míos, me estaba penetrando la mirada, en ese momento fui consciente de mi cercanía y me aleje.

Intente levantarme pero me encontré que me estaba sujetando con un brazo en mi cintura, poso la otra mano en mi muslo y con el pulgar empezó a trazar círculos.

Una Águila más (2º La manada de los Águila)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora