This Feeling

Ramuda

Mi dulce protector

Seguía lamentandome ese día, el simple hecho de recordarme que él ya no estaba aqui me partía el corazón, despues de todo, no sería capaz de olvidar a mi primer y último a amor.

Esa casa sin él se sentia vacía, él era el que hacía que ese lugar fuera el lugar cálido y colorido que solía ser, pero ahora que él ya no se encuentra aqui, toda la magía y calidez del lugar se esfumo junto con él.

La persona que más amé, se quito la vida. Él de verdad hacía de mi aburrida vida algo maravilloso, sus cariños, sus besos, sus caricias, todo hacían que hasta el día más sombrío se llenara de luz.

Hace un par de años fue cuando lo conocí, me encontraba en una biblioteca, disfrutando de un libro tranquilamente. Hasta que a la sección donde yo me encontraba entraron 3 chicos, uno pelicafe que aparentemente buscaba libros, uno de cabellos largos y azules que parecía entretenido con un manga, y el último era un chico de baja estatura, de cabellos rosas con tonalidades moradas el cual se limitaba a observar el lugar, y observandolo fue que cruzamos miradas.

El tomo la iniciativa de ir a la mesa donde yo leía y saludarme, El chico de cabellos cafes trataba de moverlo para que él no interrumpiera mi lectura, pero sus esfuerzos no dieron fruto, pues el chico de cabellos rosas se quedo ahí, platicandome de muchas cosas.

Ese día lo cambio todo, pues nos volvimos amigos, eramos polos totalmente opuestos pero lograbamos entendernos mutuamente. El nombre de ese chico era Ramuda, Ramuda Amemura, un chico extrovertido, dulce y amoroso. Alguien que era totalmente lo opuesto a mi, pues yo era más introvertida, y me costaba un poco más de tiemoo expresarme, pero al ver lo fácil que a el resultaba hacer lo que a mi me tardaba tiempo, hizo que quisiera saber más y más de él.

Y así fue, hablamos por un par de años, conociendonos más y más, haciendo que su personalidad me encantara, pues de verdad era alguien que admiraba. Tanto que empezé a sentir ciertas cosas por él, sentí amor por el. Él sentía lo mismo, pues me pidio ser su pareja, a lo cual acepté de inmediato, y así empezo, chicos que eran polos opuestos amandose.

Por mucho que Ramuda se mirara como alguien amoroso, dulce y alegre, no lo era del todo, pues si lo fuera, no se hubiera quitado la vida. Desde el año que empezamos a salir hasta ma actualidad pasaron 3 años, 3 años en los cuales él fue lo que más amé, 3 años en los que me sentí excelente, 3 años que jamás seré capaz de olvidar.

Ese día el día en el que todo sucedió, era de madrugada, aproximadamente las 4:00 am, todavia era temprano para recibir semejante noticia, antes de recibir la noticia, dormia tranquila y placidamente, se escuchaba como una suave brisa acompañada de un suave viento golpeaba la ventana, la paz de sentía en ese momento se esfumo cuando escuché como mi celular el cual estaba en la mesita de noche al lado de mi cama, como pude lo tomé rápidamente y observe que quien me llabama era uno de los mejores amigos de mi novio, Gentaro. Atendí la llamada inmediatamente, esperando que no fuera nada del otro mundo, pero no fue asi.
-Gentaro?- dije medio dormida
-_ ______- dijo tartamudeando y con la voz quebradiza
-Que pasa?- le dije
-Es sobre R-Ramuda- respondió
-Uh? Acaso no puede dormir? O tiene hambre? Que pa- dije antes de ser interrumpida
-Ramuda, él... se ha quitado la vida, ______- dijo con la voz quebradiza. Y ahi fue cuando me derrumbe, sentí como unas frías lagrimas caían por mi rostro, como mi corazón se empezaba a romper poco a poco.
-Q-Que?- le dije
-Como escuchaste, _______, lo siento mucho, pero tienes que venir a casa de Ramuda, hay algo que solo puedes ver tú...- dijo
-B-Bien- dije para seguidamente colgar la llamada, me quede sola en esa habitación, con esas frías lagrimas aún cayendo por mi rostro, todo se encontraba en silencio, solo era yo y mis pensamientos.