Samatoki

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Desarrollar el papel de hermana mayor no es fácil, en absoluto. Pero para aquella joven de cabellos negros al igual que el de sus hermanos se convertía en un tipo de misión imposible. No para sus hermanos, siempre las dificultades se le presentaban a ella. Y estaba consiente de que por el papel que sus hermanos desarrollaban en Ikebukuro, ellos también tenían dificultades con todos esos grupos que buscaban deshacerse de ellos. Pero las dificultades secundarias, como un trabajo estable y seguridad se le presentaban a ella. Lo bueno, o lo mas positivo que se le podia ver a su situación, era que, si ella no mencionaba su apellido, nadie la reconocería como hermana de aquellos tan aclamados jóvenes que eran los miembros de Buster Bros. 

Ella era cuatro años mayor que Ichiro, y si había nacido del mismo hombre. Del mismo padre que nunca se intereso por ninguno de los cuatro hijos a los que concibió. Ella, a diferencia de sus hermanos, no destacaba. De hecho, se podía decir que era bastante común en comparación al resto de su familia. No le interesaba participar de ningún grupo que estuviera relacionado con el Partido de Palabras. 

Trabajaba en una empresa de modistas. Si no destacaba en hacer lo mismo que sus hermanos, debía haber algo en lo que ella destacara mas que cualquiera. Y eso era el diseño. Todos en esa empresa sabían del talento inmenso que ella tenía. Cada diseño que hacía era completamente único, y extremadamente distinto del anterior. Ninguno era igual a otro. Esa era una de sus características, la otra era, que adoraba, realizar diseños extravagantes y elegantes al mismo tiempo, combinando telas y texturas que son muy distintas, y logrando que estas congeniaran para hacer una pieza de arte. En esa empresa no existían sus hermanos, solo ella, Y ahí, nadie la reconocía por los logros de los demás jóvenes, ahí ella era la única e inigualable "______ Yamada". 

La femenina se encontraba aún en su oficina, trabajando en su siguiente colección de primavera. Su mirada, su tacto, su oído, todo estaba extremadamente centrado en las hojas de papel y los lápices trazando sobre ellas. Trazaba una, dos, tres, un sin fin de líneas que formaban figuras estilizadas y elegantes. Llevaba todo el día trabajando en los diseños principales de la colección, y enfocándose en su pieza característica de la temporada. Lastimosamente, toda su inspiración fue cortada cuando escucho el sonido del teléfono. Lo tomo entre sus manos, y observo la pantalla. 

-Ichiro-

Era el nombre que se encontraba en la pantalla. Ella penas verlo, dejo salir de sus labios un pesado suspiro, después tomo aire, y contesto. 

-¿Se puede saber que demonios quieres?-dijo irritada, pues costaría bastante trabajo volverse a concentrar de la misma manera en la que lo hacía un minuto atrás. 

-Este...- dejo de hablar por un segundo-Digamos que tenemos un problemita aquí- No era Ichiro quien hablaba, era el menor de sus hermanos, Saburo. Quien, por el tono de su voz, delato toda la situación

-¿Ichiro esta en problemas?- menciono sin sorpresa alguna

-En muchos problemas- respondió el joven 

-Tratare de ir, vigila la situación por mi en lo que llego, sea lo que sea, no me interesa saber mas que lo que ya adivine- dijo con un tono muy, muy notorio de cansancio.

-Bien!- respondió el joven para que después su hermana le colgara. 

Ella suspiro nuevamente, de manera mas pesada que la anterior. Un pequeño gemido de furia salió de su boca y luego se levanto de su silla para salir de la oficina y partir hacia donde sabia que estarían ellos. En casa. Ahí iba ella, una joven de belleza delicada pero no fuera de lo común caminando por las calles nocturnas pero iluminadas de ikebukuro, con una notoria expresión de enfado en su rostro. Ella ya se podía imaginar lo que pasaba; después de todo, ella e Ichiro siempre fueron unidos. Al menos hasta que el se unió A Naughty Busters junto A Kuko, a partir de ahí ambos se separaron lentamente, y su relación de hermana a hermano decayó. Para aquel entonces, se sentía como si ella fuera la única hermana mayor. A diferencia de Ichiro ella nunca disfruto de causar alborotos que incluyeran violencia, en cambio cuando su hermano era más joven, disfrutaba de ello, pues era la única manera de conseguir un poco de dinero. Al crecer en un orfanato, solo se tenían a ellos y a su "padre", que no era nada más que el señor que los acogió y traciono con el paso de los años. Desde ese incidente, su relación mejoro ligeramente.

This FeelingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora