Segunda temporada de infieles
Aveces el amor es tan fuerte que trasciende la muerte, el cuerpo muere pero las almas continuan buscándose, deseando amarse y quizás tengan la suerte de encontrarse de nuevo
-Me voy, pórtense bien- exclamo la señora Yeom, dejando a Yoongi y Jimin sentados en el sillón, escuchando música
-No se preocupe, señora Yeom- respondió confiado el pálido
La señora cerró la puerta, marchándose de la casa
Ambos chicos permanecieron en sus lugares hasta que Jimin hablo
-Yoongi- murmuro
-Si-
-¿Puedes darme besitos?- pidió con un puchero
- Tenemos que portarnos bien, respeto mucho tu casa y a tu madre
- Pero...pero... solo son besitos, si mantienes tus manos quietas te prometo no hacer ruidos raros como esa vez en el parque- pidió el rubio ruborizado mientras jugaba con sus deditos
Yoongi sonrio- Jimin quiero que entiendas que respeto mucho a tu madre
El rostro de Jimin se entristeció
- Pero también quiero que sepas que estaba esperando que se marchara para hacer esto- añadió jalando a Jimin y guiándolo para que se sentara en su regazo- además el ruido raro del que hablas, se llama gemir y me encanto oírte
Junto sus labios, y Jimin abrió su boca para permitir que su lengua entrara, le encantaban los besos, le encantaba más lo necesitadas que estaban las manos del pálido por tocar su piel, y le extrañaba ese hormigueo que se formaba en su estómago, sintió como era acomodado en el sillón y Yoongi quedaba sobre él.
Por más que intentaba Jimin no podía silenciarse y eso lo avergonzaba.
Yoongi sabía que tenía que detenerse pero era imposible, la piel de Jimin lo llamaba como el canto de una sirena a un marinero, quería sentirla más, acariciarla más, beso las clavículas del rubio, quería arrancarle la playera y jugar con sus pezones pero sabía que si llegaba a eso no tendría escapatoria, asi que bajo el ritmo
-Me encantas- murmuro en el oído de Jimin y lo escucho reír avergonzado, lo observo con detenimiento y beso la punta de su nariz, acariciando sus regordetas mejillas.
Se acostó detrás de él y lo abrazo.
Jimin acariciaba el brazo que lo rodeaba y se quedaron profundamente dormidos.
El rubio despertó primero
-Yoongi...Yoongi- lo llamo, lo escucho gruñir y eso le dio risa- Yoongi...¿Qué hora es?
El mencionado fue despertando poco a poco, vio que aun había luz asi que no debía de ser tan tarde
Parpadeo varias veces para despabilarse, saco su celular de su bolsillo y vio la hora
-Son las cinco- respondió
-Muero de hambre- puchereo Jimin
El pálido se incorporó y exclamo- Prepararé ramen- era lo único que sabía hacer después de todo
Yoongi se puso de pie y guio a Jimin a la cocina sentándolo en el taburete de la isla de cocina, puso a hervir agua mientras observaba a su lindo novio
Jimin estaba avergonzado, no le gustaba depender de los demás, pero por su ceguera era imposible no depender, cuando el ramen estuvo listo ambos comieron gustosos, pasaron la tarde juntos, cuando llego la señora Yeom, Yoongi se despidió
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