it's cold outside ;【norenmin】

.10.

los sentimientos hacia renjun le cerraban el pecho, eran tan grandes que no le cabían allí.

eso lo tenía pensando y relamiéndose los labios muy seguido, porque lo que entendía como amor hacia renjun, pasaba también fe una forma similar cuando jeno estaba presente.

al principio pensó que tendría alguna especie de celos cuando jeno y renjun estaban en la misma habitación, pero era raro de explicar, porque, no sientes amor por la persona que envidias, ¿no?

¿no...?

era raro, una sensación incómoda pero agradable. quería que no se terminara, o romper de alguna forma la incomodidad para que solo queden las sensaciones buenas y así disfrutar aún más los momentos con el pelinegro.

nunca le había pasado algo así con su primo, y eso que se conocían y habían estado juntos literalmente toda la vida, excepto el tiempo que jeno se alejó por cuatro años sin explicación.

eso también era algo que rondaba por su cabeza.

su primo evitaba siempre el tema, ¿sería por su exigente y manipuladora tía? nunca estuvo seguro de si ella en verdad lo quería, además la señora tenía una personalidad intimidante, así que de ella podría esperar cualquier cosa

pero aún si sumaba todos sus pensamientos, el resultado nunca llegaba.

hace poco habían ido a un parque los tres juntos, simplemente a estar ahí, comer, hablar, escuchar música y disfrutar del momento

fue tanta la relajación que renjun se quedó dormido en el pasto, donde yacían los tres desde que habían llegado. jeno y jaemin lo observaban, le acariciaban su delicado rostro y brazos porque así había logrado dormirse.

sus miradas se conectaron, y pudieron ver en el otro el amor mutuo por el chino, jaemin también vio un intenso amor hacia él, y jeno quería convencerse de que no había visto lo mismo.

uno no entendía qué era, el otro lo entendía perfectamente  y le temía.

con una cálida sonrisa, jaemin levantó su otra mano y acarició el rostro de jeno, quien con una repentina y nerviosa respiración se sonrojó un poco, sonrió y puso su mano encima de la de jaemin, para mantenerla ahí unos segundos.

el mayor por momentos creyó haber encontrado todas las soluciones.

de repente, renjun despertó y con un puchero pidió comida. los otros dos eran sus plebeyos por voluntad así que en menos de cinco minutos ya tenían armado el picnic perfecto.

a jaemin le encantaba renjun, demasiado. y se dio cuenta de que su cariño por su primo era igual de grande que el amor por renjun.

era solo cariño, amor de familia. sí, eso.