❝Donde Park Chaeyoung está perdidamente enamorada de Kim Jisoo, pero su amor es echado a un lado por una adicción a los videojuegos.❞
▪ Historia 100% original escrita por mi persona.
▪ Se permiten adaptaciones, pero solo con mi permiso vía DM.
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En mi día a día no había absolutamente nada interesante que pueda contar. Tal vez no he hablado mucho de mí, o de mi propia historia, o de otra cosa que no sea Kim Jisoo. Quizás podría empezar ahora mismo, para no hacer esto tan aburrido y repetitivo.
No nací en Corea del Sur, primer dato sobre mi persona. Provengo de Auckland, una hermosa y extravagante ciudad de Nueva Zelanda. Viví en aquel bello país durante los primeros cuatro años de mi vida, luego mis padres tomaron la decisión de volver a Corea, ya que ellos sí provienen de aquí; y fue así como lo poco que conocí a esa corta edad tuvo que cambiar.
Mi hermana mayor Alice es una de mis confidentes, como habrá quedado claro. Ella sabe bastante sobre mí, y podría decir que igualmente es lo mismo con ella. Siempre hemos sido así de unidas aunque algunas veces discutamos como infantes con carencia de madurez. Mis padres son un poquito complicados, pero de igual forma los amo. Ellos siempre han tomado ese papel de sobreprotección sobre mí, quiero suponer que es porque soy la menor y temen que algo pueda pasarme allá afuera, qué sé yo.
Las únicas tontas que han logrado tener mi amistad desde que comencé la preparatoria han sido Lisa Manoban y Jeon Somi. Una tailandesa y canadiense que sinceramente son lo más preciado que tengo en cuanto a mi vida social. Ellas siempre han sido esas amigas que buscan fastidiarme, cuidarme y sacarme de mi pequeño encierro cuando ya es demasiado para mí.
¿Había tenido algún enamoramiento antes de Kim Jisoo? La verdad es que no. Quizás me pudo llamar la atención una que otra persona, pero nunca al nivel que lo hace ella. ¿El tema de mi sexualidad? Prefiero no tocarlo ni etiquetarme. Soy una persona que es atraída por otras personas sin importar el género. ¡Fin! ¿Mi familia sabe que tengo ese pensar? Solo mi hermana, pero quiero pensar que eso a mis padres los tendría sin cuidado. Después de todo, ¿qué podrían hacer? Es algo muy personal como para que quieran decidir al respecto.
Durante mis tiempos libres toco mi guitarra rayada, siendo este mi mayor pasatiempo. Suelo escribir canciones como el alma solitaria que desea conocer el amor que soy... Lo sé, muy cliché. Sinceramente, no hay nada interesante, solo eso que acabo de acotar. He tenido una vida muy común y corriente, sin tantos problemas y tanto estrés, siendo precisamente esa la razón por la cual Kim Jisoo me resulta todo un misterio que quiero y muero por resolver.
Después de aquella tarde en la que estuvimos juntas, seguimos exactamente en la misma sintonía. La sigo visitando casi a diario, ya que ella parece no querer salir de sus cuatros paredes. Y a veces me pregunto si no se aburrirá de siempre estar allí. Lo peor es que ella ni siquiera muestra algún signo de cansancio o irritación por permanecer siempre frente a las pantallas.
Justo en ese momento yo yacía alistándome para ir a verla. Estaba terminando de arreglar mi cabello en un no tan desordenado moño para finalmente salir, aprovechando la ausencia de mis progenitores. Pero de repente la puerta de mi habitación fue empujada con una delicadeza inexistente. Solo habían dos personas que entraban a mi habitación de tal manera, así que me despreocupé al instante.
