Capitulo 4

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Llegue a casa, me quite descuidadamente los tacones y fui directa al baño. Cuando estaba frente al espejo, me desabroche la cremallera del fabuloso vestido. El dolor que me recorria antes la espalda era causado por un gran arañazo, el cual, en mi opinion, fruto de la pasion mantenida hace varios minutos con un extraño.Eran las tres y media de la madrugada, o esa era la hora que marcaba en mi reloj negro a conjunto del vestido. De repente, llamaron al timbre, me asuste, me subi rapidamente la cremallera del vestido, dejando una parte abierta. Corri hacia la puerta. Abri la mirilla y mire por ella. ¡Era el! No me lo podia creer, no respondi, pero él siguio tocando el puto timbre. Claramente tenia mis dudas sobre abrirle o no, coño, para no tenerlas. Un extraño me habia seguido a casa a las tres y media de la madrugada. Finalmente, le abri. No venia con las manos vacias. Llevaba un gran ramo de flores en las manos. Me dio dos besos, dijo "hola" y me dio dos besos en la mejilla. ¡Donde habria comprado las flores!

Acompañame a la camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora