Parecía que la vista nunca le aburriría, aún que si estaba seguro de que si la seguía mirando. Se iba a desgastar, aún así no despegó la vista de la gran luna que se posaba en lo alto del cielo nocturno, rodeada de estrellas brillantes y nubes a su alrededor. Mientras que abajo, solo era casi opacado por las luces de la gran ciudad, la cual como siempre. Se encontraba despierta más que nunca, dejando solo una vista increíble para muchos. Pero quizás no a lo que simplemente...
Suspiró pensadamente, soltado el aire retenido en sus pulmones, mientras que daba una última mirada a la luna. A la cual simplemente sonrió nostálgico y algo de gracia, para después. Solo ajustar su corbata la cual andaba un poco suelta por el ajetriado día que había tenido. Revisando papeles y escuchando reuniones que parecían nunca acabar.
En fin, solo se reclino más en su silla y miro hacia el techo, para después mover las manos algo distraído. A lo cual solo aflojó un poco sus músculos y apoyar su pierna izquierda encima de la otra. Ya terminando con una postura más relajada
-El blanco coral no es bueno para un techo-
-Eh..... Sabes, debes dejar de divagar tanto. Creo que te está haciendo mal-
-Tu crees?-
-Definitivamente-
-Mmm~ No creo- Gira la cabeza hacia el
-Sabes, deberías ir a la fiesta. Al final tu la realizas- Le mira
-Lo se, pero solo las hago para que ellos se diviertan. Yo no- Toma el puente de su nariz y lo masajea -Y no te lo tomes a mal, solo lo hago por ellos. Al final eso demuestra que solo soy una buena persona- Suspira y sonríe
-Eso lo tengo perfectamente en cuenta, a lo que me refiero que si solo sigues encerrado en tu oficina, trabajando y pensado en los demás importandote poco tu salud, te enfermaras y eso no es bueno- Toma una silla y se sienta -Pero en fin, a veces tienes que solo pensar en ti y en nadie más-
-.....- Mira hacia arriba -Si hago eso, probablemente dejaría de ser alguien bueno. Y solo luciria como un narcisista que solo quiere todo lo malo para mi, sería egoísta-
-Entonces se egoista y diviértete-
Sus manos se hicieron puños, mientras respiraba con pesadez y su ceño se fruncía levemente, algual que compuso su postura y dirigió su mirada al frente dónde se encontraba la grandiosa vista que ofrecía su oficina de la ciudad tan brillante y llena de vida que estaba esa noche.
Miro el espejo, encontrándose con su reflejo. El cual le delaba que su maquilla aún no había terminado, aparte que ni siquiera se había cambiado o preparado a lo menos. A lo cual solo fruncio el ceño y tomo aire