Las luces del lugar lo habían dejado ciego por cierto momento, pero después de tres parpadeos. Su vista se había aclarado, dejando ver el lujoso salón donde los huéspedes caminaba rumbo a sus habitaciones y algunos sentados esperando en los lujosos sillones de ahí, mientras que el personal se encontraba atendiendo los a todos.
Algo que hubiera seguido así, si no fuera por el silencio que se había posado y las miradas que se clavaban en el rubio y el peliplata que caminaba hacia la recepción el cual vieron los empleados al señor de traje bien portado, empezaron atenderlo; mientras que la Uzumaki solo soltó el brazo de su acompañante para mirar todo el lujo de aquel prestigioso hotel de primera, claramente ignorando las miradas desagrado que le daban a el, por su vestimenta y su persona en general. Por lo cual esas miradas solo se dividían en 2 grupos, las miradas de odio y asco. Mientras que la de los demás, eran perversas y lujuriosas. Estás últimas no le impresionaba en nada, pues su trabajo siempre estaba lleno de estás.
-Hatake-San, su servicio a la habitación será llevado inmediatamente y su auto ya está guardado- Le entrega las llaves
-Gracias caballero- Guarda algo en su bolsillo y toma a su acompañante de la mano -Nos llevarán el servicio a la habitación después-
-Que bien, por qué tengo una jodida hambre- Sonríe
-....Yo t-tambien- Empieza a caminar
-Oe, espera. Me vas arrancar el puto brazo- Le sigue
Sinceramente no le gustaba llamar la atención y menos tratándose de escándalos, pero la rubia que llevaba casi arrastras hacia el elevador. Estaba seguro que aún que usará algo más normal de ropa, seguiría llamando la atención de una otra forma. Pero bueno eso no importa ahora, lo importante era no seguir llamando la atención. Pues al final era difícil de ignorar al tipo que a pesar de que haber tenido pareja, estás no aparentaba eso. Pues no le gustaba aparecer en público con ellas, y que ahora viniera con una rubia, con clara demostración de que era una ramare sacada del putero más barato que se pudo aver allado, no era una buena imágen, pero dejando eso de lado. Ahora tenía cosas más importantes que hacer
La puerta del ascensor fue abierta por aquel joven que después dejo pasar a los 2, el cual uno le daba unas monedas y el otro solo observaba impresionado la decoración y el lugar en que estaba ahora parada.
-Muchas gracias Kotetsu- Guarda su billetera
-No hay de que Hatake-San- Cierra la puerta del ascensor y se va
-Bueno, que te parece?- Sonríe
-Apuesto todo lo que tengo, por qué no se escucha ningún puto gemido. Por más fuerte que sea, por estás paderes!-
-Lo tomaré como un si- Sonríe nervioso -En fin, pásale- Camina hacia la puerta y abre
-Mas jodidamente no puede ser esto?!- Viendo todo a su alrededor
-Jeje Y eso que algunas cosas faltan-
-Y que mierdas puedes faltar en este palacio?!- Le mira
-Eh..... (Todo lo que se llevó Hanare) Mis cosas- Mira al suelo triste
-Por eso te digo que no confíes en nadie, los ricos son más probable que les roben! Deberás!- Le pone una mano en el hombro
