¿Alguna vez has querido saber lo que se siente ser parte de los merodeadores? ¿Ser amiga suya? ¿Tener un romance con ellos?.
Vamos, son tan carismáticos que se hace más que imposible no querer saber cómo sería estar junto a ellos.
Te invito a leer e...
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'Pensando que tienes el control Pensando que me cambiarás, tal vez me reorganizarás Piénsalo de nuevo, si ese es tu objetivo'
La música resonaba por todo el lugar, como el canto de un risueñor.
Encantador y volátil.
--¡¿Que tal, Hogwarts?!--tu voz emocionada y entusiasta se escuchaba por todo el gran comedor, cubriendo cada rincón de aquel mágico castillo con tu voz.
Lo único que recibías eran ovaciones y aplausos.
Aumentando de forma desmesurada tu confianza.
--oh por favor, no sean tan amables, hacen que me sienta tan avergonzada--hablaste, burlonamente--¡¿Que les parece una balada?!, ¡Necesitan mover esos lindos pies! ¡¿No lo creen?!--
Los gritos emocionados solo aumentaron, a lo cual tu y tus músicos lo tomaron como una respuesta afirmativa.
La energética melodía tocaba los oídos de cada estudiante, dejándolos más que fascinados.
Tal vez era tu voz o tu encanto de nacimiento.
Pero tenías algo que lo volvía tan magnético e impnotizante.
--¡Diviértanse queridos amigos! ¡Porque la magia no parece importar cuando la música correr por tu corazón!--
Los estudiantes de hogwarts te habían apodado el pájaro cantor por tu forma tan libre de expresarte en el escenario.
El como tú voz sonaba como una dulce melodía.
Y sobre todo, por como parecía que volabas junto con la música.
--¡Hey, pájaro cantor!--la voz de Sirius black llamo tu atención, haciendo que rápidamente apartaras la vista de tus amigos, para posar tus ojos sobre el.
Tenia su cabello levemente desordenado, su tunica un poco desarreglada, mientras una sonrisa llena de picardía y descaro adornaba su rostro.
Debías admitir que era atractivo.
Realmente atractivo.
--soy Sirius, Sirius Black--hablo entre jadeos, un poco nervioso.
Tu mirada recorrió su rostro, memorizando cada facción y mueca.
Para sin más, sonreírle.
--¿Eres ese famoso Black?--preguntaste, recibiendo solo una mueca un tanto insatisfecha de su parte.
