Ante él se encontraban los cuatro ojos, los dos del amor y los dos del odio. Él, sin saber cual elegir eligió los del odio y poco a poco los ojos del amor se convirtieron en tristeza esperando que viniera él a rescatarlos. Pero nunca llegó, se quedó con los del odio y él mismo se convirtió en ellos mientras los del amor le daban la poca alegría que tenían para hacerle feliz. Llegaron los ojos de la confianza y amor propio, se hicieron amigos de los ojos del amor y ellos mismos, miran a los ojos del odio con pena de que no pueda ser feliz.
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CARTAS A LA NADA
PoetryLetras empapadas de sentimiento y pensamientos cargados de ansiedad... PROHIBIDA SU COPIA